1)
Hacia una
armonización internacional (en el ámbito de la catalogación).
A lo largo del siglo XX los investigadores viendo la enorme cantidad de
información que se iba acumulando, lo que algunos han denominado “explosión
documental”, comienzan a preocuparse por la normalización de unas normas para
así poder tener el control de las publicaciones que existían en el mundo.
En 1926 se crea la Federación Internacional de las Asociaciones
Nacionales de Normalización, mas conocida por el nombre de ISA, y en 1947 se
crea la Organización Internacional de Normalización conocida por ISO. Estas
organizaciones pretendían facilitar el tratamiento documental para llevarlo a
cabo junto con otras organizaciones se redactan unas normas en las que se
consigue un mayor acuerdo internacional. Se propuso el código ISBN (Número
Internacional Normalizado de Libros) que mediante los datos externos del
documento permite su identificación, cada ISBN se compone de diez dígitos, divididos
en cuatro partes que se separan mediante
un guión, la identificación es la siguiente:
·
Indicador del grupo, país o área idiomática
·
Indicador de la editorial
·
Indicador del título
·
Dígito de comprobación
En 1935 en el Segundo Congreso Internacional de Bibliotecas y de
Bibliografías se plantea la posibilidad de crear unas reglas catalográficas
internacionales y uniformes, esta propuesta la lleva a cabo la IFLA y la
UNESCO.
En 1961, en la
Conferencia de París, se llegó a un acuerdo los profesionales deben prestarle
atención a los encabezamientos lo que supuso el primer intento serio para
llegar a un acuerdo internacional. Se creó un programa denominado Control
Bibliográfico Universal (CBU), un sistema mundial para el control e intercambio
de información que tiene su sede en la British Library, cada país debe
registrar sus propias publicaciones, con ello hacen una contribución nacional
al sistema universal facilitando la obtención de datos bibliográficos básicos.
La Bibliografía
Nacional funciona como un instrumento de información práctico y proporciona
información a dos niveles distintos:
- Selección y adquisición. En este nivel se incluyen datos como el nombre del editor, precio....
- Identificación y referencia: suministro del registro bibliográfico completo.
Este programa
puso en marcha dos objetivos: normalizar la Descripción Bibliográfica y
unificar los principios catalográficos a nivel internacional.
En España, concretamente en Madrid en el año 1952,
se celebra el I Congreso Iberoamericano de Archivos, Bibliotecas y Propiedad
Intelectual se aborda el estudio de unas reglas unificadas para los países de
lengua española y portuguesa. En 1964 aparece la tercera edición reformada de
las Instrucciones para la redacción del Catálogo alfabético de Autores y
Obras anónimas en las Bibliotecas públicas del Estado, su misión consistía
en que los libros fuesen encontrados sin dificultad por el lector, se introduce
para ello la novedad de encabezar las obras por el nombre del autor. Algunas
novedades que se introducen son las siguientes:
a.
Encabezar la obra por el nombre más conocido del autor.
b.
Excluir de los encabezamientos de las obras anónimas el
artículo, salvo que pueda producir confusión.
c.
Encabezar las publicaciones de los gobiernos u otras
entidades oficiales, por el nombre del país o del territorio sobre el que
ejercen su jurisdicción.
d.
Toda obra cuyo autor se oculte con un seudónimo debe
ser catalogada bajo su apellido y nombre real indicando una referencia al
seudónimo, a no ser que sea más conocido por éste entonces se encabezará por el
seudónimo haciendo una referencia a su apellido y nombre real.
e.
Se da preferencia al título.
f.
Se distingue entre colecciones, obras en colaboración y
series.
g.
Se implanta la ficha única, dejando sólo cuatro clases
de fichas: principales, secundarias, de referencia y analíticas.
En 1969 se celebra en
Copenhague la Reunión Internacional de Expertos en Catalogación, en esta
reunión se pone en evidencia la necesidad de asegurar la normalización de estas
informaciones bibliográficas a fin de facilitar los intercambios entre países.
Se crearon las ISBD(M):
Descripción Bibliográfica Internacional Normalizada (para monografías),
presentado por la IFLA en 1971. La primera edición oficial de las ISBD(M) se
publicó en 1974.
Las ISBD son programas
muy restrictivos que regulan la ordenación de todos los elementos que
intervienen en la Descripción Bibliográfica de manera que ocupen un lugar
adecuado, siempre el mismo , y que estén separados unos de otros por signos de
puntuación muy precisos. Cada área, excepto la primera, va precedida de un
punto, espacio, guión largo, espacio, se trata de un lenguaje simbólico
dirigido a facilitar la comunicación internacional de información
bibliográfica, la información se obtiene de la fuente principal, si algún dato no
se toma de esta área se pondrá entre corchetes.
2)
Década de
1970/1980: Revisión de códigos y Reglas de Catalogación nacionales.
Tras el éxito que supuso
la creación de las ISBD, todos los países que no quisieran quedarse aislados
tuvieron que revisar y adaptar sus códigos y reglas nacionales.
En 1967 se publica la
primera edición de las Reglas Angloamericanas pero había diferencia de
opiniones entre los dos comités.
En 1971, la IFLA
comienza a publicar las distintas ISBD.
En 1978 se publica la
segunda edición de las reglas Angloamericanas que incorporan las distintas ISBD
para la descripción de los distintos materiales. Por primera vez en estas
reglas se da prioridad a la descripción de cualquier tipo de documento: un
libro, un disco..., pero también se preocupa de los encabezamientos. Es en esta
obra el autor es definido como una “persona que tiene la responsabilidad
principal del contenido intelectual y artístico de una obra”. En lo que atañe
al concepto de entidad, la entrada de una obra se hará por entidad cuando se
den los siguientes puntos:
·
Cuando tenga naturaleza administrativa y trate
del propio organismo.
·
Algunas obras legales y de carácter
gubernamental.
·
Obras que recojan el pensamiento colectivo de la
entidad.
·
Obras que recojan la actividad colectiva de una
conferencia, expedición, investigación o cualquier acontecimiento, dentro de la
definición de entidad.
Las formas de los encabezamientos se harán por el
nombre del autor tal y como figure en la obra.
Estas reglas terminan con cuatro apéndices y un
índice. Los Apéndices están dedicados al uso de mayúsculas en las entradas y en
las distintas áreas de la descripción, a las abreviaturas más utilizadas en
distintos idiomas y la uso de los numerales.
3)
España:
homologación al marco internacional.
Para no quedar atrás
España se plantea revisar la tercera edición reformada de las Instrucciones de
1964. En 1985 y 1988 se publican dos volúmenes de reglas de catalogación, estas
reglas se ajustan por un lado a las ISBD y por otro a las reglas Angloamericanas.
Estas reglas presentan
el inconveniente de envío a epígrafes y subepígrafes y un exceso de apego a las
reglas angloamericanas que provocó fallos de traducción.
En 1995 aparece una
nueve edición refundida y revisada que denominamos RCR, estas reglas tienen una
aceptación bastante amplia y son prácticas de manejar puesto que se tratan de
un solo volumen. Debemos destacar algunas modificaciones que se aportan en
estas reglas:
1.
Atendiendo a su descripción bibliográfica destacaremos:
·
Los
relacionados con las fuentes de información.
·
La concurrencia del título común y del título
dependiente.
·
Algunas cuestiones relacionadas con series y
subseries.
·
Algunas precisiones nuevas en relación con la
fecha de publicación cuando falta una mención explícita de la misma.
2.
Atendiendo a los
encabezamientos destacaremos:
·
Nuevas decisiones en la elección y forma de los
encabezamientos en congresos y exposiciones, colecciones.
·
La determinación de encabezamientos en
documentos con varios autores.
·
Determinación del nombre de entidad en algunos
casos.
La catalogación de un
documento se plasma en una unidad bibliográfica, ficha dimensión o asiento
descriptivo. Cada unidad bibliográfica puede describir:
·
Una obra completa.
·
Partes de monografías, artículos o números
monográficos de publicaciones seriadas.
·
Todas las publicaciones seriadas que hayan
cambiado sustancialmente su punto de acceso, ya sea éste por el título o por
una entidad.
El punto de acceso
principal del documento debe trefejar la autoría principal de la obra, se puede
encabezar por autor personal, por autor corporativo y por título.
El encabezamiento por
autor personal no varía en relación con las reglas españolas de 1985.
En el encabezamiento por
entidades prefiere darse la obra como anónima en caso de duda.
El encabezamiento por
título, en el caso de que constituya el punto de acceso para un asiento
principal pueden darse dos acepciones:
1.
Título propiamente dicho, en caso de que la elección
recaiga sobre el título la ficha empezará por el título, pero sin escribirlo en
renglón aparte.
2.
Título uniforme, en caso de que las obras sean clásicas
anónimas, libros sagrados, leyes modernas y antiguas, tratados
internacionales..., el título se pondrá en línea aparte, entre corchetes,
delante del título propiamente dicho.
En cuanto al contenido
de la Descripción Bibliográfica se divide en ocho áreas o campos informativos:
1.
Área de título y mención de responsabilidad.
2.
Área de edición.
3.
Área de datos específicos de la clase de documento.
4.
Área de publicación y de distribución.
5.
Área de descripción física.
6.
Área de serie.
7.
Área de notas.
8.
Área de número normalizado y de las condiciones de
adquisición.
A su vez la ISBD
determina un código de signos de puntuación, que constituyen recursos gráficos
:
- Indica la separación entre las distintas
áreas.
= Indica la repetición de la misma información
bajo distinta forma.
[] Indica interpolación o que la información se
ha tomado fuera de la fuente principal.
... Indica la
suspensión de parte de elementos.
/ Indica mención de responsabilidad en
relación al elemento precedente.
: Indica un elemento complementario al
anterior.
; Indica la repetición de la misma clase de
elemento.
Cada área a excepción de
la primera va precedida de un punto, espacio, guión largo, espacio (. — ).
Dentro de cada área, los distintos elementos que la forman, se separan por
determinados signos de puntuación, por eso llevan un espacio en blanco delante
y otro detrás, excepto cuando se trate del punto o la coma que lleva sólo un
espacio en blanco detrás.
La información, en
general, se obtendrá de la fuente principal, es decir, de la portada, en el
caso de las monografías, y en su defecto, la parte de la publicación que se
utilice para sustituirla.
En el caso de las
publicaciones seriadas, la información se obtendrá de la portada del primer
volumen o fascículo o parte del mismo que la sustituya.
En la ficha única o
principal deben aparecer todos los accesos secundarios: los encabezamientos
alfabéticos de materias, las distintas autorías y la clasificación sistemática correspondiente
(CDU). La ficha principal deberá contener otros datos para la identificación o
localización del documento como el registro, número de entrada se ese documento
situado en la parte inferior del asiento y precedido de R, y la signatura, expresa la ubicación de un documento dentro
de una colección unitaria o colectiva.
Los encabezamientos de
entidades, corporaciones, organismos... públicos o privados, se realizarán de
la siguiente forma:
·
Organismos internacionales: no se utilizará el
término sede. El encabezamiento irá en español, en el caso que la entidad
subordinada no estuviera establecida en nuestro idioma, puede hacerse un
encabezamiento en español y un subencabezamiento en otro idioma. Por norma
general no se utilizarán siglas.
·
Entidades de ámbito nacional, regional o local:
cuando una entidad es más conocida por siglas o un acrónimo, no se usa tras
ella el nombre geográfico, a no ser que se considere necesario para su
identificación, si éste no fuese suficiente se añadirá en su lugar una frase, fecha o entidad asociada que la
identifique.
4) La
catalogación a partir de 1970.
A pesar de
que se continúa catalogando manualmente, la presencia del ordenador en el campo
de la biblioteconomía ha logrado una serie de ventajas a la hora de catalogar:
·
Evita la
redundancia en el trabajo: cada documento sólo se cataloga una vez.
·
Se
reducen los costes económicos que produce la catalogación.
·
Es más
fácil la corrección de errores y puesta al día de nuevos datos.
·
Se
asegura la calidad y la rapidez de la difusión a través de poderosos catálogos.
En la
actualidad los Sistemas Integrados de Gestión Bibliotecaria permiten el
tratamiento informático de todas las tareas bibliotecarias y documentales,
estes sistemas constan de los siguientes módulos:
1. Adquisiciones.
2. Catalogación y Recuperación.
3. Circulación.
4. Módulo de Publicaciones Periódicas.
5. Módulos de Gestión y Comunicaciones.
El SIGB
distingue dos tipos de sistemas:
·
Sistemas
Locales: la catalogación será responsabilidad del centro.
·
Sistemas
en Red: la colaboración bibliotecaria que afecta a la colaboración
bibliotecaria, a través de la catalogación centralizada o de la catalogación
compartida.
El trabajo
del Profesional de la Información se ha agilizado, entre otras cosas. En la
segunda mitad del siglo XX surgen dos tipos de profesionales, el especialista,
que trabaja en la fuente y alimenta las grandes bases bibliográficas, y el
detector, que tiene unos conocimientos más simples, su trabajo consiste en
localizar una ficha en una base de datos, derivarla y modificarla en función de
las exigencias de su propio centro.
En 1963 se
publica en Estados Unidos el Informe King que habla sobre el proyecto
MARC, un proyecto de automatización de bibliotecas que se llevó a cabo en la
Biblioteca del Congreso. Este proyectó se experimentó en 16 bibliotecas
americanas, este formato servía para intercambiar datos entre las bibliotecas y
era capaz de almacenar información bibliográfica sobre toda clase de
materiales.
En 1975
España decide crear su propio MARC para monografías, aparece así en 1976 el
formato IBERMARC capaz de recoger y tratar la información bibliográfica según
las reglas de catalogación españolas, este formato también permite la entrada
de bibliografía española en la red de intercambio universal.
Actualmente
la fase de procesamiento de la información se realiza en el módulo de
Catalogación, se crea la base de datos bibliográfica y se da la forma
definitiva y se completa el contenido del registro bibliográfico. La intención
básica de la Catalogación no se ha modificado gran cosa con los avances de las
telecomunicaciones, veamos algunas tendencias:
a. Se implanta una mayor flexibilidad en la
aplicación de las normas catalográficas, por otra parte, la Descripción
Bibliográfica con ayuda de un ordenador, es más fácil de efectuar que
manualmente.
b. Se concede mayor importancia a los
encabezamientos tanto principales como secundarios.
c. Se advierte que no existe ya una separación
tan acusada entre Catalogación por materias e indización y resumen.
d. En cuanto a los encabezamientos por materias,
no existe unanimidad en los métodos utilizados para la indización.
e. Se tiende a prescindir de la relación
autor-obra para las personas que de algún modo interviene en la obra.
f. Se tiende a no plantear una división tan
drástica entre entradas al documento principales y secundarias.
EL ANÁLISIS DOCUMENTAL: BASES TERMINOLÓGICAS,
CONCEPTUALIZACIÓN Y ESTRUCTURA OPERATIVA
1)
Los
puntos de partida: el concepto de documentación y la situación del análisis en
el proceso documental.
En el
año 1934 con la publicación del primer Tratado de Documentación de
P.Otlet y H. Lafontaine, nos situamos en la evolución del concepto de
documentación, estas figuras suponen el punto de arranque e inflexión puesto
que acometieron la formulación de la documentación como disciplina científica y
organizaron e institucionalizaron a nivel internacional la actividad
documental.
El crecimiento
exponencial e indeleble de las publicaciones científicas y de toda clase de
documentos, empezó a crear un auténtico problema de acceso a la información
científica. A la vista de tal problema se vio la necesidad de crear una
ac6tividad científica intermedia que hiciera llegar al usuario final,
investigador, aquella información que le interesa.
Se configura así la
documentación como una actividad individual con características propias,
organizadora del trabajo intelectual y del pensamiento creativo del
investigador, lo que denominamos «sociedad de la información».
El objeto de la
documentación es la resolución del problema de la información de las fuentes en
la investigación científica, alcanzando el ideal de que el usuario final,
científico o técnico, reciba toda la información de interés. Para ello se crea
una nueva categoría de profesionales: el científico especialista en información
que actúa de intermediario entre productores y usuarios de información .
En 1948, aparece el
libro de Bradford, en él se defiende un concepto de documentación científica.
La documentación es el proceso consistente en reunir, clasificar por materias
todos los registros de nuevas observaciones, poniéndolas al servicio, cuando
sea preciso, del investigador o inventor.
En la década de los
50 surgen los trabajos del alemán E. Pietsch, que sigue la línea de Otlet y
define la documentación como la sistemática recopilación, interpretación y
preparación para el uso de los documentos. Pietsch va evolucionando hacia una
concepción informativa en tanto que la información es la aportación de los
conocimientos deducidos del estudio de documentos.
El teórico francés
Briet considera como punto de partida la figura de Otlet, Briet es un defensor
de la corriente documentalista considera esta disciplina como el punto de unión
entre el productor y el usuario de la información. Briet dota de un carácter
marcadamente instrumental a la documentación como un servicio forzoso de la
explosión documental.
La década de los 60
marca el inicio de la situación actual de nuestra disciplina, la documentación
será entendida como un proceso informativo. Según López Yepes fue el hallazgo
del fenómeno de la información lo que posibilitó definitivamente la
consideración del proceso documental como un proceso informativo.
En los años 70 el
proceso documental es un proceso de carácter recuperador, de búsqueda de
información a partir de un proceso previo de análisis.
López Yepes en su
obra Teoría de la documentación, considera la Documentación como la
ciencia que investiga las propiedades, el comportamiento de la información, los
factores que conducirán su flujo y los medios para procesarla con el fin de que
sea lo más accesible y lo mejor utilizada posible. Comprende el conjunto de
conocimientos relativos a la producción, recogida, organización,
almacenamiento, recuperación, interpretación, transmisión, elaboración y uso de
la información.
En 1968 se publica la
segunda edición de Los Fundamentos de la Informática en donde la documentación
queda definida como la disciplina que estudia la estructura y las propiedades
de la información científica, así como las leyes que rigen la actividad científico-informativa,
su teoría, historia, metodología y medios óptimos de presentación (registro),
recolección, procesamiento analítico-sintético, almacenamiento, búsqueda y
diseminación de la información científica.
La documentación
inicia sus pasos de la mano de la bibliografía. En principio la documentación
es considerada como un aspecto más de la biblioteconomía, posteriormente, Otlet
y Lafontaine sentarán las bases de la documentación en el campo de la
información.
Con el hallazgo del
fenómeno de la información, cuando la documentación es considerada como un
proceso informativo, la documentación deja de ser simplemente un servicio para
convertirse en una ciencia que posibilita, potencia y dinamiza las fuentes de
información para obtener nuevos conocimientos, es el denominado proceso
documental.
El proceso documental
es fundamentalmente un medio que hace posible la transferencia de la
información, un vínculo de comunicación entre los documentos y los usuarios. El
objeto final es el de transferir información, información que pasa por un
conjunto de operaciones, en resumen, el proceso documental tiene su razón de
ser en la recuperación y utilización posterior de la información por parte del
usuario que sólo es posible tras una rigurosa actividad analítica transformadora.
El proceso documental pasa por las siguientes etapas:
1. Etapa de producción: la
información producida tiende a ser difundida, es lo que se conoce como
documentos primarios.
2. Etapa de tratamiento: cuyo
objetivo es acondicionar la información para que pueda ser utilizada con
eficacia.
3. Etapa de almacenamiento: se
procede al almacenamiento en las memorias documentales para su posterior
recuperación, lo que constituye el proceso de informatización documental.
4. Etapa de recuperación: etapa de recuperación
efectuada a petición o demanda del usuario, o bien, la realizada a iniciativa
del propio servicio documental.
Debemos resaltar, como ya señala García Gutiérrez,
que no tendría sentido analizar los documentos si no es para que sean
recuperados y consultados. L a recuperación de los documentos se concreta en la
demanda documental, el Análisis Documental tiene su razón de ser en las
posibles recuperaciones que sólo serán efectivas si se realizan sobre los
productos de una acertada y rigurosa actividad analítica previa.
Algunos autores como Chaumier consideran el
Análisis Documental como el tratamiento
de la información documental, base de los sistemas documentales que comprende
dos fases fundamentales: el Análisis y la Búsqueda. Este autor divide el proceso
documental en las siguientes etapas: Selección, Tratamiento y Difusión.
En la misma línea encontramos a Coll-Vinent que
distingue tres fases: la Entrada, el Tratamiento y la Salida.
De cualquier forma no existe un posicionamiento
claro en la mayor parte de los especialistas que se han ocupado del proceso
documental.
Otros autores como Nuria Amat, Gardin, López Yepes,
Mijailov o Couture tienen posiciones más ambiguas.
Mijailov y sus colaboradores definen el concepto de
Análisis como procesamiento analítico-sintético que comprende las fases de
Descripción Bibliográfica y Característica, la Anotación, la Extracción, la
Traducción y la confección de Reseñas.
En López Yepes, el Análisis Documental es una
operación intelectual que comprende: la Descripción Bibliográfica, el Resumen y
la Descripción Característica o Clasificación de los documentos. El resultado
de tales operaciones son los productos del Análisis.
Por otra parte Gadin nos ofrece el siguiente
esquema del proceso documental: Selección, Análisis, Tratamiento y Difusión.
Gardin identifica Tratamiento con la Recuperación e independiza el Análisis,
concibe el tratamiento como la finalidad última del análisis.
Por último, Couture des Troismonts divide el
tratamiento de la documentación en métodos convencionales y no convencionales
(manuales y automáticos), parece alejarse totalmente de encuadrar cualquier
actividad del análisis dentro del tratamiento.
Es interesante
destacar algunos aspectos importantes del Análisis Documental:
·
El análisis del documento es la operación
primordial, el objetivo y la razón de ser de la documentación es la
recuperación y la utilización de información contenida en los documentos.
·
El Análisis Documental es la novedad que aporta
nuestra disciplina al proceso de transferencia de la información. El Análisis
Documental es la primera fase que entra de lleno en el campo de la
documentación.
Los problemas terminológicos, las distintas
denominaciones y significados..., hacen del Análisis una disciplina difícil de
definir, provocando así el surgimiento de distintas corrientes, por lo que se
puede concluir que el Análisis Documental no ha estado nunca definido de forma
precisa.
2)
Bases
terminológicas conceptuales.
El estudio
terminológico y de significación semántica del vocablo o vocablos que se
utilizan para denominar una disciplina, ha sido siempre un recurso tradicional
en la conceptualización científica. Tras el giro revolucionario que ha
experimentado la teoría lingüística con las aportaciones del Estructuralismo y
de la Gramática Generativa de Noam Chomsky, este estudio ha sido reactivado.
El Diccionario de la
Real Academia Española defina el término Análisis como «distribución y
separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o
elementos», en la segunda «examen que se hace de alguna obra, discurso o
escrito» y en la tercera «examen de las palabras del discurso, para determinar
la categoría, oficio, accidente o propiedades gramaticales de cada una de
ellas». La segunda definición es la que más nos puede interesar.
Debemos centrarnos en
las definiciones que dan algunos diccionarios y léxicos especializados en
documentación. La FID en uno de sus léxicos define el término análisis como la
«determinación exacta de los elementos o componentes de un complejo cualquiera»,
este léxico también recoge la voz compuesta de Análisis de Contenido
definiéndola como «investigación técnica con el fin de la descripción objetiva,
sistemática y cuantitativa del contenido evidente de una comunicación».
La AFNOR define el
término Analyse como «operación que consiste en presentar bajo una forma
concisa y precisa los datos que caracterizan la información contenida en un
documento o conjunto de ellos».
Por otra parte, los
diccionarios y léxicos angloamericanos, definen Análisis en sentido
genérico como «determinación o descomposición exacta de las partes de un todo o
complejo cualquiera».
Refiriéndonos ahora al
documento, podemos decir que éste constituye un elemento fundamental dentro de
la moderna concepción científica de la documentación. Por una parte se perfila
como el mensaje de su proceso informativo, y por otra, como potenciador de
nuevos conocimientos.
El origen de los
documentos hay que remontarlo a la aparición de la primera criatura inteligente
capaz de captar el mundo que le rodea. Puede afirmarse por tanto que la
historia del documento correrá paralela a la historia de la humanidad.
Los documentos se
hallan en su primera fase cuando no son aprehendidos o descubiertos por la
inteligencia humana, lo que denominamos predocumento. Para que exista un
documento, pues, debe haber una previa acción o percepción intelectual, si hay
una interpretación plasmado en cualquier tipo de soporte que presenta la
posibilidad de transmisión diacrónica, nos encontramos con el sentido más
tradicional de lo que se entiende por documento.
El Diccionario de la
Real Academia Española define documento como «escrito en que constan datos
fidedignos o susceptibles de ser empleados como tales para probar algo», la
segunda acepción que da acerca de documento se acerca más al campo de la
documentación: «instruir o informar a uno acerca de las noticias o pruebas que
atañen a un asunto».
En el vocabulario de la
AFNOR, el término document es definido como «conjunto de un soporte de
información, de los datos existentes en ese soporte y de su significación».
Par Buonocore, el
término documento tiene distintos significados según el punto de vista desde el
que se le considere: jurídico, archivístico o documental. Atendiendo a la
primera perspectiva el documento es «todo testimonio escrito, redactado de
acuerdo a ciertas solemnidades, que establece o tiene por fin un acto jurídico.
Esta categoría especial de documentos se llaman instrumentos». Desde el punto
de vista archivístico, Buonocore considera documentos aquellos que puedan ser
objeto de conservación en un archivo. Desde el punto documental Buonocore
recoge las acepciones dadas por Finó y Hourcade como «todo aquello que bajo su
forma de relativa permanencia puede servir para suministrar o conservar
información», y la dada por la Unión Francesa de Organismos de Documentación
que lo define como «toda base de conocimiento expresada en un soporte material
y susceptible de ser utilizada para consultas, estudios o pruebas».
Para el profesor Núñez
Contreras el documento es un «objeto corporal, producto de la actividad humana
que queda en él reflejada y que conserva y transmite permanentemente la
representación de un hecho ajeno al mismo documento». En su opinión no es fácil
llegar a una definición general de documento puesto que encontramos
definiciones generales abstractas o restringidas por la materia, por el medio,
por el contenido o por el carácter.
La primera definición
de documento desde el punto de vista documental la encontramos en la obra de
Otlet: «la memoria materializada de la humanidad, en la que día a día se
registran los hechos, las ideas, acciones, sentimientos... que han impresionado
el espíritu del hombre», esta definición abarca todo tipos de documentos
capaces de vehicular o conservar la información.
En la línea
antropológica de Pietsch, el documento existe al producirse información y
fijarse ésta en un soporte. La materialización del conocimiento sobre un
soporte, la presencia de un contenido y las posibilidades de conservación, son
las claves definitorias.
En España ha sido López
Yepes quien más se ha ocupado de los aspectos conceptuales del documento, el
documento es una «forma objetiva de conocimiento riguroso, fijado y conservado
en un soporte y potencialmente apto para ser transmitido».
En la misma línea lo
define Nuria Amat como «todo conocimiento fijado materialmente sobre un soporte
y susceptible de ser utilizado para consulta, estudio o trabajo, un utensilio
irremplazable para transmitir los conocimientos, las ideas y dar cuenta de los
hechos».
Sagredo tiene una
concepción más innovadora de todo esto, para Sagredo las modernas técnicas de
información hacen que el concepto tradicional de documento sufra
transformaciones.
La idea de documento,
como otras muchas del ámbito documental, carece virtualmente de límites y los
debates conceptuales continúan estando abiertos.
El objetivo último de
la documentación es hacer posible la recuperación y utilización de la
información documental por parte del usuario.
El Análisis Documental
es una disciplina difícil de definir, se confunden en él muchas cosas,
fundamentalmente en su campo terminológico y en el ámbito de su estructura
interna, salvo raras excepciones, el Análisis se relaciona siempre con el
Análisis de Contenido.
Como conclusión final
podemos definir el Análisis Documental como «aquella operación del proceso
documental que tras un reconocimiento o estudio intelectual y objetivo del
documento, transforma la información en éste contenida, ofreciéndola en
productos que hacen posible su adecuada identificación, selección, recuperación
y utilización por parte del usuario interesado, dentro de un conjunto
documental más amplio», teniendo en cuenta que resulta prácticamente imposible
el intento de recoger en una definición todos los aspectos que se ven implicados
en esta disciplina.
Chaumier señala que el
Análisis Documental «es una operación o conjunto de operaciones tendentes a
representar el contenido de un documento bajo una forma diferente de su estado
original, con el fin de facilitar la consulta o la localización en un estudio
posterior». Este autor concibe el Análisis como un medio que facilita la
consulta y el control, que debe procurar, no solo el conocimiento de la
existencia de un documento, sino también la capacidad material de seleccionar
de entre un conjunto de documentos los de mayor interés, y de comportar un
aprovechamiento.
Muchos autores son los
que intentan dar una definición precisa de Análisis Documental pero es García
Gutiérrez quien, de una forma precisa, establece el oportuno marco teórico
definiéndolo como aquella técnica documental que permite, mediante una
operación intelectual objetiva, la identificación y transformación de los
documentos en productos que faciliten la consulta de los originales, en aras
del control documental y con el objetivo último de servicio a la comunidad
científica.
3)
Hacia un
concepto integrador de análisis documental.
Dentro del Análisis Documental, García Gutiérrez
distingue dos niveles: Nivel de Contenido de la forma y el Nivel de Contenido
Documental , atendiendo al aspecto externo e interno del documento.
Nivel Operación Producto
Externo
→→ Descripción →→ Asiento
Bibliográ.
Bibliográ.
Análisis
Documental Descripción
Característica.
Indización. →→ Índice
Interno
Descripción
Sustancial.
Operación de
Resumir.
→→→ Resumen
Fondin partiendo de la caótica situación teórica
que presenta el Análisis Documental en cuanto a la formulación de su estructura
y denominación terminológica, establece la necesidad de configurar un cuadro
lógico en el que cada uno de los elementos constitutivos del Análisis
Documental queden perfectamente identificados, individualizados y
jerarquizados.
López Yepes considera
que le Análisis Documental gira entorno a dos polos: el análisis físico o
formal de los documentos primarios (Catalogación o Descripción Bibliográfica) y
el análisis de contenido de los mismos para su posterior localización
(Clasificación o descripción característica).
La catalogación
designa la operación que describe el documento con la finalidad de su
identificación física, dentro del análisis de contenido incluye la Descripción
Característica de los documentos y el Resumen.
El análisis se
configura internamente en base a cuatro operaciones:
1. Descripción Bibliográfica.
2. Catalogación.
3. Indización.
4. Resumen.
García Gutiérrez determina que el análisis ha de
desgranarse en dos niveles: el análisis del contenido de la forma y el análisis
del contenido documental.
La normalización
documental queda establecida como una organización racional de losa
conocimientos y sus soportes, y el tratamiento y dinamización del conjunto
acumulado de ellos para asegurar un eficaz intercambio y transferencia de la
información.
Las normativas
existentes para la redacción de referencias bibliográficas son realmente
numerosas, pero si tuviésemos que dar alguna fecha para situar el inicio de un
auténtico movimiento internacional de unificación de criterios habría que
remontarse a 1961, cuando se celebró la Conferencia Internacional sobre
Principios de Catalogación, el paso definitivo tendrá lugar en el año 1969 con
la Reunión Internacional de Expertos en Catalogación, normas, normativas... que
hemos mencionado en el tema anterior: Teoría e historia de la catalogación
de documentos.
Desde el punto de
vista del Análisis Documental, las ventajas y desventajas que se producen desde
que se normalizaron las tareas del trabajo científico pueden quedar así:
1. El documentalista encuentra una
estructura ordenada pudiendo realizar su trabajo con más eficacia.
2. Los productos derivados de la
actividad analítica mejoran la calidad, dotando de precisión a los índices de
títulos, de autores...
3. Facilita el almacenamiento
informatizado de la información, permitiendo la inclusión de los productos
documentales en Bases de Datos internacionales sujetas a estrictas normas de
presentación y de calidad informativa.
4. El ahorro de tiempo y la agilidad
en la elaboración de las Publicaciones Secundarias.
Desde el punto de vista del usuario, un documento
científico normalizado facilita los siguientes factores:
1. Un mayor consumo de información
como resultado de, entre otras cosas, la distribución clara de los datos.
2. Una mayor difusión internacional
al normalizarse el método de exposición científica.
Como conclusión final podemos definir el análisis
documental como «el conjunto de técnicas normalizadas del tratamiento
documental que describen las formas y los contenidos documentales, con el
objeto de identificar, caracterizar y ofrecer una visión reducida del
documento, a fin de facilitar eficazmente su localización y conocimiento
individual o colectivo, y generando al mismo tiempo su potencial
aprovechamiento y utilización por parte del usuario interesado».
El Análisis Documental: RUIZ PÉREZ, R
Universidad de
Granada,1992
pp.10-104
MANUAL DE BIBLIOTECAS
1) La
organización de la colección.
·
LA
CATALOGACIÓN
Todo bibliotecario necesita la ayuda de un catálogo para llevar acabo
bien su trabajo al igual que, toda biblioteca necesita servirse de él para
encontrar, cuando se precise, lo que la biblioteca contiene.
Para que la búsqueda, la localización e identificación de un documento
sean llevados a cabo con éxito, es necesario confeccionar un asiento
bibliográfico para la identificación de la obra, y un asiento catalográfico
para su localización. El conjunto ordenado de estos asientos constituye una bibliografía,
cuando sólo contiene descripciones, o un catálogo, cuando además se dan
los datos para la localización de lo descrito.
·
LA DESCRIPCIÓN
BIBLIOGRÁFICA
La descripción
bibliográfica constituye la primera parte de la catalogación, me explico, sus
reglas ocupan la primera parte de la obra gracias al movimiento histórico
normalizador llevado a cabo por la IFLA.
La estructura formal del libro
de carácter monográfico y científico ha quedado establecida en las siguientes
partes:
a)
Páginas preliminares:
-
Portadilla.
-
Portada y otros preliminares.
-
Dedicatoria.
-
Prólogo.
-
Índice sistemático o sumario.
c)
Texto:
-
Introducción.
-
Texto de la obra.
-
Notas (cuando no van a pie de página).
-
Epílogo.
-
Ilustraciones.
c)
Complementos:
-
Bibliografía.
-
Índices.
-
Apéndices.
·
LA
DESCRIPCIÓN BIBLIOGRÁFICA NORMALIZADA INTERNACIONAL (ISBD).
Las
ISBD nacen para solucionar un problema bibliotecario, el problema de las
descripciones bibliográficas.
El
asiento bibliográfico contiene tres series de datos: los que sirven para la
identificación del documento, los que sirven para su localización dentro de una
colección determinada y los que sirven para la indización de los asientos. La
normalización hace posible el intercambio bibliográfico, la catalogación
cooperativa y centralizada, el control bibliográfico universal, que sólo es
posible cuando las bibliotecas y los centros especializados se comprometen con
ello.
·
RECURSOSO
UTILIZADOS EN LA DESCRIPCIÓN BIBLIOGRÁFICA.
La
descripción bibliográfica se divide en una serie de apartados que se deben
respetar para que el trabajo del catalogador y la búsqueda de catálogos sean
llevados a cabo con éxito:
a)
División de la descripción en campos o en áreas fijas:
1.
Área de título y mención de responsabilidad.
-
Título propiamente dicho.
-
Designación general de la clase de material.
-
Título paralelo.
-
Subtítulo y /o
información complementaria sobre el título.
-
Mención de responsabilidad.
2.
Área de edición.
-
Mención de edición
-
Mención de edición paralela.
-
Menciones de responsabilidad relativas a la edición.
-
Mención de edición adicional.
-
Menciones de responsabilidad relativas a una mención de
edición adicional.
3.
Área de la designación específica de la clase de
material.
4.
Área de puntuación y /o distribución.
-
Lugar de edición, distribución...
-
Nombre del editor, del distribuidor...
-
Mención de la función del editor, distribuidor...
-
Fecha de publicación, distribución...
-
Lugar de fabricación.
-
Nombre del fabricante.
-
Fecha de fabricación.
5.
Área de descripción física.
-
Designación del tipo específico de material y
extensión.
-
Otros detalles fijos.
-
Dimensiones.
-
Mención de material anejo.
6.
Área de serie:
-
Título de la serie.
-
Título paralelo de la serie.
-
Subtítulo de la serie y /o información complementaria
sobre el título de la serie.
-
Menciones de responsabilidad relativas a la serie.
-
Número Internacional Normalizado de Publicación Seriada
(ISSN).
-
Número de serie.
-
Número y /o título de la subserie.
-
Título paralelo de la subserie.
-
Subtítulo de la subserie y /o información
complementaria sobre el título de la subserie.
-
Menciones de responsabilidad relativas a la subserie.
-
ISSN de la subserie.
-
Número de subserie.
7.
Área de notas:
-
Área de notas relativas a un área determinada.
-
Notas no relacionadas con un área determinada.
8.
Área de número normalizado y de las condiciones de
adquisición:
-
Número normalizado (ISBN, ISSN...).
-
Título clave.
-
Condiciones de adquisición y /o precio.
-
Otros ISBN, ISSN...
b)
Concepto de unidad bibliográfica:
La unidad bibliográfica como
concepto orienta en buena parte la descripción bibliográfica, se aplica
indistintamente a cualquier clase de materiales.
c)
Recursos gráficos:
El recurso más llamativo es el
de la fijación de un código de signos de puntuación. Los signos utilizados son
los siguientes:
. ─ indica separación de
áreas.
= indica repetición del mismo
elemento o mención
bajo
distinta forma.
[ ] indica información tomada fuera de la fuente
principal. Se usa
también para interpolaciones
lógicamente
necesarias.
... indica supresión
de parte de elementos.
/ indica responsabilidad en
relación con el elemento
precedente.
: elemento
complementario del anterior.
; indica repetición de la misma clase
de elemento
(número
de serie y subserie y las dimensiones en
la descripción
física).
, indica mención de edición adicional o fecha o
ISSN o tiene su
valor habitual en una
enumeración.
. indica el número y
/o el título de la subserie.
Otros
recursos gráficos son el uso de abreviaturas, de las cuales son obligatorias:
cm centímetros.
mm milímetros.
et al. suple la numeración
de más de tres responsables.
s. l. sine loco;
lugar de publicación... desconocido.
s. n. sine nomine;
nombre del editor... desconocido.
d)
El concepto de fuente:
La fijación de fuentes es
específica en cada clase de materiales, hay que seguir unos criterios para
establecer cuál es la fuente principal en cada caso.
e)
La fijeza terminológica:
Aparición de una nueva
terminología, dentro de la descripción, establecida por los glosarios de
términos que constituyen una parte importante al comienzo de cada ISBD. Esta
nueva terminología contribuye claramente a la nitidez de la descripción.
f)
Economía de medios:
Economía que se manifiesta en
la apelación constante que se hace a la lógica, así se evita repetir un
elemento ya trascrito por exigencias gramaticales evitando cargar demasiado la
descripción al usar el recurso de enviar a las notas la solución de los casos
dudosos o de las descripciones demasiado detalladas.
g)
Variedad de opciones:
La variedad de opciones
facilita la aplicación de unas normas que en muchos casos pueden resultar
inútiles.
h)
Lengua y escritura de la descripción:
La tendencia a la uniformidad
supone el mayor respeto posible a la lengua y escritura de la publicación que
se describe. La determinación de la lengua original se hace teniendo en cuenta
la lengua predominante o bien, cuando no está claro el predominio, acudiendo a
la intención del editor manifestada en los recursos tipográficos o en la
secuencia de los textos.
·
LA
DESCRIPCIÓN DE PUBLICACIONES MONOGRÁFICAS IMPRESAS.
El
término publicaciones monográficas impresas es tanto una designación de
la clase de material como una designación de forma especial de impreso. Se
excluyen las monografías que puedan constituir una clase especial de material y
las publicaciones seriadas que se publican por partes.
Este
tipo de materiales incluye a los libros o publicaciones con más de 50 páginas,
a los folletos o publicaciones con más de 50 páginas, a los folletos o
publicaciones con más de cuatro y menos de 50 páginas más la cubierta y a las
hojas sueltas o publicaciones de una a cuatro páginas.
Cuando
la catalogación comienza por la descripción, el bibliotecario está realizando
ya una tarea informativa.
El
catalogador debe tener en cuenta:
a)
Las características de esta clase de materiales
convierte en opcionales algunos de los elementos de la descripción
b)
La mayoría de los términos que designan a los distintos
elementos de la descripción se adaptan en los casos necesarios.
c)
El concepto de fuente viene a quitar su
importancia a la portada en la catalogación, las nuevas reglas establecen la
necesidad de acudir a fuentes de información.
d)
La complicación de la descripción es sólo aparente.
·
DESCRIPCIÓN
EN DOS O MÁS NIVELES.
Una
publicación puede constar de más partes que constituyen unidades físicamente
distintas, cuando nos encontremos con una ficha o asiento abierto quiere decir
que se trata de una obra o no han sido publicadas o no se tienen en la
biblioteca.
En
primer lugar se describen todos los elementos comunes a todas las partes, es
decir, a la unidad bibliográfica, y, en segundo lugar se hace la descripción de
cada una de las partes.
·
CATALOGACIÓN
ANALÍTICA.
La
catalogación analítica es la descripción de una unidad bibliográfica que forma
parte de otra unidad bibliográfica también descrita en el mismo o en otro
asiento, no es sólo la descripción como publicaciones monográficas de partes de
publicaciones monográficas, sino también la descripción como publicaciones
monográficas de partes de publicaciones periódicas. La catalogación analítica
vendría a ser lo contrario de la descripción en dos o más niveles. En la
descripción en dos o más niveles, la descripción de la parte complementaria a
la descripción del todo. En la analítica, la descripción del todo complementa a
la descripción de la parte.
Hay
veces que un asiento secundario o un asiento secundario de autor-título es el
procedimiento más económico y eficaz.
La
descripción analítica consta de dos zonas: la descripción de la parte y la
descripción de la obra completa.
a)
En la descripción de la parte, se contienen los datos
relativos a las áreas 1 y 2 y todos aquellos de las demás áreas que no constan
en la descripción de la segunda zona. Los datos del área 8 pueden indicarse,
aunque deberán constar en el asiento de la obra completa.
b)
En la descripción de la obra completa, deberá aparecer
precediendo la descripción la preposición En, debe contener el principal
punto de acceso de la obra completa para poder completar la información sobre
ella en caso necesario, así como el título uniforme y los datos esenciales y
comunes de las áreas 1, 2, 4 y 5. Se indicará la parte de la extensión de la
obra completa correspondiente a la obra que se cataloga.
·
DESCRIPCIÓN
DE OBRAS ANTIGUAS.
La
descripción de obras antiguas no es una tarea de normalización fácil y sigue
siendo una de las preocupaciones de nuestro tiempo.
La
norma ISBD(A) es la que mayor respeta a la fuente en la trascripción, se admite
a veces la puntuación original como opcional y se tiene cuidado de no abreviar
demasiado.
El
término de publicaciones antiguas se aplica en RC1 a los libros, folletos y
hojas sueltas anteriores a 1801, sus reglas de catalogación sirven también
hasta para los incunables.
a)
Trascripción del título. En esta trascripción la
descripción queda notablemente simplificada, en cuanto a lo ortográfico y
generalmente, se acepta el uso mantenido en la publicación, aunque hay
excepciones.
b)
En el área de edición debe guardarse una mayor
fidelidad a los términos utilizados en el original cuando están en la fuente
principal, si no es así, se permite una mayor libertad en el uso de
abreviaturas y en usar cifras arábigas por romanas.
c)
En el área de publicación también se respetan las
fórmulas consagradas o utilizadas por los libros antiguos.
d)
En el área de descripción física, el bibliotecario
tendrá que echar mano de sus conocimientos bibliográficos. La extensión habrá
que expresarla muchas veces en términos de signaturas topográficas, al no
existir ni foliación ni paginación.
e)
El área de notas se presta a toda clase de finuras. Las
referencias bibliográficas, las indicaciones de procedencia y las relativas al
área de descripción física son las más comunes.
2)
El catálogo en
la biblioteca. El catálogo alfabético de autores.
·
EL CATÁLOGO.
Describir un libro no es suficiente para
redactar un asiento bibliográfico y mucho menos un asiento de catálogo. La
descripción debe llevarnos a encontrar el libro que describe, para conseguirlo
es necesario dotar a la descripción de unos puntos de acceso y de un signo con el que poder localizar o
identificar un ejemplar concreto del libro descrito. De esta manera, un
conjunto ordenado de asientos bibliográficos, un índice se convierte en un
catálogo, el que constituye la memoria de la biblioteca.
Debemos señalar las divisiones más usuales
de los catálogos de biblioteca:
a) Por su extensión de catálogos pueden ser
colectivos, generales y especiales. Los colectivos contiene asientos de fondos
pertenecientes a distintas bibliotecas; los generales contienen asientos de
toda clase de materiales existentes en la biblioteca o contienen todos los
fondos impresos de la misma; los especiales contienen asientos de sólo una
clase de materiales o de fondos que ya están contenidos en otro catálogo
general.
b) Por su uso los catálogos pueden ser
internos o públicos. Los internos son utilizados por el bibliotecario y los
públicos están destinados a los usuarios.
c) Por su sistema de ordenación los catálogos
pueden basarse en un punto de acceso externo a la descripción o interno a la
misma. En el primer caso, tenemos el catálogo topográfico, en el segundo caso
nos encontramos con los catálogos alfabéticos, numéricos o mixtos. Si se tiene
en cuenta la significación, nacen los catálogos sistemáticos.
d) Por su forma los catálogos pueden aparecer
de tres formas diferentes: en fichas, en lista y en acceso directo en línea.
e) Por su función los catálogos también son de
distintas clases. El catálogo debe ser capaz de satisfacer las siguientes cuestiones:
-
Si en
la biblioteca existe una obra de la que se conoce el responsable o el título.
(Catálogo de autores).
-
Qué
obras hay de un autor o responsable determinado. (Catálogo de autores).
-
Qué
ediciones existen de una obra y si hay una edición determinada. (Catálogo de
autores).
-
Qué
obras hay sobre un tema o asunto. (Catálogo de materias).
-
Qué
obras hay de una materia. (Catálogo de materias).
·
EL CATÁLOGO ALFABÉTICO DE AUTORES.
Es un catálogo complejo puesto que tiene
múltiples funciones informativas.
La tarea de catalogar consiste en describir
bibliográficamente y en dotar a la descripción de los puntos de acceso
necesarios para que el catálogo pueda responder a todas las cuestiones
necesarias. La catalogación moderna comienza con las reglas de Panizzi en 1841,
a partir de esta fecha han ido apareciendo otras publicaciones y seguirán en
ello.
·
NOCIONES Y PRINCIPIOS BÁSICOS.
a) Clases de asientos. Hay asientos con
encabezamientos y otros sin ellos, pero la división más importante es la del
asiento principal, asientos secundarios y de referencia.
o Asiento principal: el asiento principal
contiene toda la información del asiento.
o Asiento secundario: el asiento secundario
contiene la misma información bajo otro punto de acceso.
o Asiento de referencia: el asiento de
referencia relaciona dos o más puntos posibles de acceso entre sí.
b) Elección y forma del encabezamiento. Hay
que determinar cuál es el punto de acceso a la descripción. La elección es
precisa porque en la descripción puede haber o no mención de responsabilidad,
una o muchas, porque pueden aparecer varios nombres y porque los nombres pueden
corresponder a personas físicas o a entidades. La forma también es necesaria
porque el mismo nombre puede presentarse bajo muchas formas y constar de varias
partes y , por otra, los títulos para la misma obra pueden también ser variados
y constar también de muchas partes.
c) Las fuentes son las mismas que las
utilizadas para la descripción.
d)
Unidad
de las reglas. Las reglas para le elección y la forma de encabezamiento son
válidas para la descripción de cualquier tipo de materiales.
·
ELECCIÓN Y FORMA DEL ENCABEZAMIENTO DE AUTOR PERSONAL.
a) Elección. Principio básico. El trabajo del
catalogador consiste en buscar cuál es el autor personal, la denominación por
la que es conocido y determinar cuál es la forma más apropiada para el
encabezamiento.
b) Elección. Casos. En relación con el autor
personal pueden presentarse una gran variedad de casos: no se admite la figura
de autor colectivo como encabezamiento personal, el mero director de una
publicación no se admite como encabezamiento principal...
c) Forma del encabezamiento de autor personal.
La forma tiene que ser la más identificadora, la que evite al usuario
ambigüedad y tropiezos a la hora de la
búsqueda.
d) No se dan reglas para la solución del
problema de homonimia, la solución más acreditada es indicar entre paréntesis
el año de nacimiento y defunción.
·
ELECCIÓN Y FORMA DEL ENCABEZAMIENTO POR UN NOMBRE DE
ENTIDAD.
a) Elección. Para que un nombre de entidad
pueda ser encabezamiento principal en el asiento de una publicación, es preciso
que se cumplan dos requisitos:
1. Que la entidad sea la que intervenga en la
publicación.
2. Que la publicación tenga una de las
siguientes características:
a) Que por su contenido se refiera a algo
interno a la entidad.
b) Que se trate de publicaciones estrictamente
oficiales.
c) Que refleje el pensamiento colectivo de la
entidad sobre algo que no es interno de ella misma, la entidad debe
comprometerse de alguna manera.
d) Que contenga el resultado de la actividad
colectiva de una entidad.
b) Forma. La denominación por la que las
entidades son habitualmente conocidas, en caso de variedad o multiplicidad, hay
que acudir a la fuente principal, a la lengua oficial, a la forma española, a
la más destacada o a la más breve.
·
EL TÍTULO COMO PUNTO DE ACCESO.
Cuando el autor de una publicación es
desconocido o difuso, cuando no tiene un autor conocido y no difuso o cuando
una publicación es una colección con título colectivo, el título es un último
recurso como punto de acceso principal en el catálogo de autores.
Cuando un título se presenta bajo múltiples
formas y /o lenguas, se acude a un título uniforme que se fija de acuerdo con
el uso en las fuentes de referencia para los clásicos y de las leyes antiguas y
que se adopta en la lengua original de la obra, mientras que el de la Biblia se
adopta en español.
· CASOS
ESPECIALES.
Los casos especiales son los siguientes:
a) Las publicaciones modernas de carácter
legal se dividen en tres grandes grupos: disposiciones con rango de ley,
disposiciones administrativas y reglamentos.
o Disposiciones con rango de ley: se
encabezan por el nombre del área jurisdiccional para la que son válidas más el
título uniforme correspondiente.
o Las disposiciones administrativas se
asientan bajo el nombre de la entidad responsable de su vigencia.
o Los reglamentos por el nombre del organismo
reglamentado.
b) Los tratados, convenios..., son
considerados como si los organismos firmantes fueran autores de ellos con
aplicación de las reglas comunes.
c) En el caso de los tribunales más de uno se
considera ya autor difuso y hay que hacer el asiento por el título, y el
procesado y el demandante tienen consideración catalográfica de autor en las
publicaciones de procesos.
d) Los convenios laborales se encabezan por el
nombre de la empresa, cuando ésta es una sola. En los demás casos por el
título.
e) Los procesos de canonización y de
beatificación constituyen otro caso en los que el santo, beato... se considera
autor.
·
RECURSOS DE SEGURIDAD: ASIENTOS SECUNDARIOS, ASIENTOS
DE REFERENCIA Y TÍTULOS UNIFORMES.
a) Los asientos secundarios pueden tener como
puntos de acceso nombres de responsables personales o corporativos, títulos
uniformes o propios de publicaciones monográficas y títulos de series.
b) Los asientos de referencia no contiene la
descripción bibliográfica, ya que su finalidad no es encontrar una descripción,
sino la forma exacta de un nombre o de un título que se ha escogido como punto
de acceso, el asiento no está encabezado por un punto de acceso real, las
referencias de relación, por el contrario, sí que contiene verdaderos puntos de
acceso. Por último decir que las referencias explicativas deben ir dirigidas a
dos fines: completar la información contenida en una referencia de otra clase o
encerrar en una sola una multitud de referencias.
c) El título uniforme, que se escribe entre
corchetes y puede ir determinado por indicativos de lengua y forma, es una
condición informativa del catálogo, de esta forma se sabe cuántas ediciones hay
de una determinada obra anónima o de un autor.
·
ORDENACIÓN DEL CATÁLOGO.
La ordenación normal del catálogo, es ante
todo una ordenación alfabética.
a) Reglas generales:
a. La alfabetización se hace por unidades de
ordenación que son las siguientes: signos, palabras, bloques y campos.
b. La alfabetización se hace, partiendo del
primer bloque, palabra por palabra y, dentro de cada una de ellas, letra por
letra.
c. El orden de los signos, cuando concurren de
varias clases, es el siguiente:
1. cifras.
2. letras del alfabeto latino
3. letras de otras escrituras o alfabetos por
orden alfabético de su nombre (árabe, cirílico...).
b) Reglas especiales:
a. No se tienen en cuenta los signos
diacríticos ni, en los apellidos españoles, la conjunción y o i.
b. No se tienen en cuenta como tales las
consonantes dobles.
c. El signo & se traduce por la palabra correspondiente
en cada idioma.
d. Los artículos, preposiciones y demás
partículas en los casos en que son el primer elemento de alfabetización se
consideran unidas a la parte del nombre propiamente dicho que las sigue.
e. Los números siguen sus propias reglas de
ordenación numérica.
f. No se tiene en cuenta los indicadores de
función.
g. Los asientos de referencia se ordenan al
principio de los asientos cuyo primer campo es idéntico con el suyo.
c) Ordenación interna
Se llama así a la práctica de ordenar
sistemáticamente por grandes grupos los asientos reunidos bajo un mismo
encabezamiento cuando son muchos.
3) El
catálogo alfabético por materias.
·
LA
CATALOGACIÓN POR MATERIAS.
Con
el transcurso de los años las bibliotecas pasan de ser cultas o eruditas para
convertirse en bibliotecas públicas de información en donde se cataloga por
materias.
La
catalogación por materias exige dar los siguientes pasos:
-
Analizar el contenido de un documento.
-
Sintetizar el contenido en un signo.
-
Ordenar estos signos y dotarlos de los puntos de
referencia con el documento analizado para que constituyan un índice.
-
Organizar los signos entre sí, de suerte que
constituyan un lenguaje de almacenamiento y recuperación de la información,
para conseguir un sistema unificado de indización..
·
NOTA HISTÓRICA.
La
catalogación alfabética de materias comienza en 1876 con las Rules de
Charles A. Cutter consagradas en su 4.ª edición en 1904, desde aquí hasta el
sistema PRECIS utilizado en la British National Bibliograhpy y que se va
imponiendo fuera de Gran Bretaña no ha dejado de recorrerse camino a lo largo
de más de un siglo.
El
temprano código de la Biblioteca Vaticana ha ejercido una gran influencia
doctrinal en el desarrollo de la teoría de los encabezamientos de materia.
Gran
Bretaña, destacada por sus estudios teóricos en este campo ha creado un sistema
que plantea la posibilidad de hacer secuencias ordenadas de términos por medio
de los operadores de función y un código de manipulación y la de mantener este
orden de las palabras conectadas, permiten una mayor profundización en el
análisis de la que suele ser habitual en los encabezamientos de materia.
Francia
confecciona un catálogo en lengua francesa, difundido en 1984.
Alemania también se pone a trabajar en sus propias
reglas, un esbozo apareció en 1982.
España
también ha trabajado en ello, pero en los últimos treinta años se ha valido de
las aportaciones extranjeras. En 1985 se publica en Barcelona una Lista de
encabezamientos de materia para bibliotecas elaborada por Concepción
Guarro.
Después
de distintos tanteos, aparece en España una lista de encabezamientos para las
bibliotecas públicas que ha aparecido a principios de 1986.
·
LOS
ENCABEZAMIENTOS DE MATERIA.
Los
encabezamientos de materia son los signos que representan la materia o asunto
de que trata un libro, es decir, el objeto del libro.
Los
encabezamientos de materia son la forma primordial del análisis por materias de
un documento, el usuario busca información sobre realidades concretas.
Los
instrumentos de análisis que son los encabezamientos de materia tratan de
describir el contenido de un libro por simplificación, no tratan de
transcribirlo o de resumirlo, porque su finalidad no consiste en dar la
información, sino en abrir las puertas para llegar hasta ella en el libro.
·
PRINCIPIOS
BÁSICOS.
Pese
a que cada código de los encabezamientos de materia presenta sus
particularidades, se ha conseguido una doctrina relativamente uniforme:
-
Principio de especificidad. El término escogido debe
describir una materia concreta, no puede ser, por tanto, compartida con otra.
-
Principio de uso. Las reglas deben acomodarse a la
función de la biblioteca y a las necesidades de los usuarios, este mismo
principio determina el tipo de lenguaje o vocabulario que ha de ser utilizado,
cuando hay varias posibilidades.
-
Principio lingüístico. Los términos utilizados deben
pertenecer al idioma habitual y respetar en sus conexiones el orden natural del
idioma de que se trate.
-
Principio de economía. Los encabezamientos de materia
sintetizan la información describiéndola, para ello es preciso esquivar un
doble peligro: asignar a un asiento muchos encabezamientos o asignarle uno
demasiado genérico.
·
FORMAS DEL
ENCABEZAMIENTO.
Es
preciso seguir unas reglas par que los encabezamientos sean uniformes y
respeten los principios antes enunciados. Hay varias formas posibles de
encabezar una obra:
-
Una sola palabra. Se trata de encabezar por un nombre
común.
-
Nombre + adjetivo.
-
Nombre + complemento.
-
Nombre + nombre.
-
Encabezamiento + subencabezamiento o término + término.
·
LOS SUBENCABEZAMIENTOS.
El
subencabezamiento debe especificar la materia del encabezamiento y se somete a
las siguientes normas:
-
Se distinguen cuatro clases de subencabezamientos: de
materia o tópicos, topográficos, cronológicos y formales.
-
Cada subencabezamiento se une con el encabezamiento o
encabezamientos anteriores por medio de un guión.
-
En caso de concurrencia de varios subencabezamientos,
el orden en que se consignan es el de la enunciación del primer apartado.
-
Sólo debe utilizarse un encabezamiento de cada clase.
·
MATERIAS Y
CASOS ESPECIALES.
a)
Subencabezamientos dobles. A veces necesidades
esenciales obligan a que se deban utilizar dos subencabezamientos.
b)
Nombres étnicos. Se utilizan sólo para designar a los
pueblos o naciones que no tiene territorio propio.
c)
Lengua y literatura. Para designación de las distintas
lenguas o idiomas, se utiliza la palabra lengua o literatura seguida del
adjetivo correspondiente.
·
LAS LISTAS
DE ENCABEZAMIENTOS.
Las
listas de encabezamientos son de dos clases: unas son verdaderos ficheros de
autoridad y contienen, alfabéticamente ordenada, la relación de todos los
encabezamientos ya utilizados de una gran biblioteca o de una bibliografía
nacional. Otras, son relaciones de posibles encabezamientos, ordenados
alfabéticamente, que no contiene todos los encabezamientos que pueden ser
utilizados, pero sí los suficientes.
·
LA
ORDENACIÓN DEL CATÁLOGO.
Los
encabezamientos de materia se hacen constar en el asiento principal de la
descripción bibliográfica, numerados con cifras árabes y en una primera serie
antes de los encabezamientos secundarios relacionados con la catalogación
formal y numerados con cifras romanas.
La
ordenación alfabética de estos asientos sigue las mismas reglas que los
asientos del catálogo de autores, con las siguientes particularidades:
-
El encabezamiento de materia no anula como campo de
alfabetización subsidiario al encabezamiento principal.
-
Las subdivisiones cronológicas se ordenan
cronológicamente.
-
En los encabezamientos de materia pueden intervenir los
siguientes signos: el guión, la coma y el paréntesis.
·
EL CATÁLOGO
DICCIONARIO.
El
catálogo diccionario es el catálogo resultante de mezclar en un solo catálogo
alfabético todos los asientos del catálogo alfabético de autores, del catálogo
alfabético de materias y del catálogo alfabético de títulos. La ordenación del
las entradas o términos se hace bajo una única y pura consideración alfabética.
4)
El catálogo sistemático de materias. La
Clasificación Decimal Universal.
·
LA
CLASIFICACIÓN.
Clasificar
es colocar un libro en una clase dentro de un esquema o bien agrupar los libros
por características comunes y siempre por su razón de contenido. Los sistemas
analíticos o enumerativos prevén de antemano todas las clases en que pueden ser
colocados los libros dentro de un esquema. Los sistemas sintéticos deben prever
de antemano las distintas características que pueden resultar comunes a los
principales campos del conocimiento. Unos y otros pueden ser generales o
universales y especiales, según traten de clasificar todos los posibles campos
del conocimiento o sólo una parte de ellos, todos tiene una finalidad: hacer
que el bibliotecario pueda dotar a la descripción bibliográfica de un punto de
acceso que servirá con otros muchos para formar un índice capaz de responder a
esta cuestión de los usuarios.
·
ELEMENTOS
DE UN SISTEMA DE CLASIFICACIÓN.
Los
sistemas de clasificación son los siguientes:
-
Un patrón o base ideológica. Los sistemas han brotado
sobre distintos puntos de vista teóricos. La idea predominante puede ser
filosófica, pedagógica o simplemente práctica.
-
Una base teórica o conjunto de generalidades que sirve
de explicación del sistema y de guía en su utilización.
-
Un sistema de notación que puede ser numérico,
alfabético, con otros signos y mixto, ninguno de los sistemas de clasificación
es absolutamente puro.
-
Posibilidad de expresar materias compuestas,
posibilidad de análisis y de síntesis subsiguiente.
-
Un esquema básico de partida con las clases principales
y las tablas correspondientes que constituyen un macro orden.
-
Un micro orden o esquema desarrollado.
-
Un orden para archivar.
-
Un índice alfabético tanto por parte del que busca como
por parte del bibliotecario que busca asignar la notación al libro.
·
VALORACIÓN
DE UN SISTEMA DE CLASIFICACIÓN.
La
consideración básica a la hora de valorar un sistema es su capacidad para
satisfacer las necesidades de los usuarios, que son los investigadores, y del
clasificador.
El
bibliotecario necesita un sistema como lenguaje de almacenamiento. El uso de
ordenadores en los trabajos bibliotecarios hace que en la actualidad se pida
también al sistema la posibilidad de ser utilizado en sistemas informatizados
que suponen una serie de garantías:
-
Adaptabilidad.
-
Facilidad de uso.
-
Aceptación cuantitativa y cualitativa.
-
Economía de tiempo.
-
Sistema editorial o capacidad para garantizar la
perpetuidad y actualización del sistema.
-
Sistema de notación en el que los signos sean: breves,
simples, hospitalarios, expresivos, mnemotécnicos y con posibilidad de
síntesis.
·
LA
CLASIFICACIÓN DECIMAL UNIVERSAL.
La
CDU ha ejercido y ejerce en España una rara fascinación sobre los
bibliotecarios españoles. La CDU es el sistema oficial de clasificación de las
bibliotecas públicas de España desde 1939.
La
CDU nació como evolución de la DDC en el instituto internacional de
bibliografía de Bruselas que se había propuesto hacer una bibliografía
universal de libros, artículos y publicaciones periódicas.
En
España, este sistema CDU, se utiliza en la Biblioteca Nacional, de acuerdo con
el reglamento de 1957, y sigue siendo la base de ordenación de bibliografía
española.
La
estructura del sistema es la siguiente:
a)
Una introducción doctrinal que comprende la teoría del
sistema y las normas de uso de las partes siguientes. La CDU permite dividir
una materia por varias características al mismo tiempo.
b)
Las tablas o números auxiliares que pueden ser comunes
y especiales. De las comunes, unas son independientes y otras dependientes. Las
independientes contienen números que pueden usarse unidos a cualquier otro
número de las tablas y las divisiones comunes dependientes deben usarse siempre
unidas a otro número de la CDU.
Los números auxiliares especiales
constituyen verdaderas facetas y se
indican en las tablas debajo de los números a los cuales y a cuyas
subdivisiones pueden aplicarse, estos números tiene gran movilidad para su
posible colocación en una parte u otra de la notación.
c)
Tablas de números principales. Las clases principales
son 9.
d)
Índice alfabético de tablas. La utilidad del índice
alfabético en La CDU es doble: en primer lugar, contribuye a unir los temas en
una sola entrada, y en segundo lugar, los índices sirven par que el
clasificador puede orientarse en la búsqueda
de un número determinado.
e)
El sistema de notación es le de cifras árabes con valor
decimal, la serie completa va precedida por 0,.
f)
No hay orden de secuencia establecido para los
distintos auxiliares que pueden acompañar a un número principal.
g)
La ordenación interna de las fichas o asientos cuando
hay coincidencia en el primer número
principal que sirva de punto de acceso, tiene establecidas una serie de
secuencias.
h)
Las ediciones CDU son muy variadas: ediciones
resumidas para pequeñas bibliotecas públicas y escolares, las ediciones
abreviadas adecuadas para las bibliotecas públicas y escolares de tipo medio,
las ediciones medias para grandes bibliotecas públicas, bibliotecas
universitarias, centro de formación de carácter interdisciplinario y para
bibliotecas y centro especializados para las áreas tangentes a la especialidad
o para los casos en que no existe edición completa de esta materia, las ediciones
completas propias de bibliotecas especiales y de centros de información, de
algunas grandes bibliotecas y de servicios bibliográficos, por último, las ediciones
especiales que recogen las entradas relacionadas con un centro de interés:
transportes, información...
·
LA PRÁCTICA
DE LA CLASIFICACIÓN.
a)
Clasificar supone analizar y fijar el contenido.
b)
Situar la materia en su clase principal y aplicarle la
notación conveniente o construirla, si es preciso.
c)
Ordenar las partes de la notación.
d)
Transcribir la notación al asiento bibliográfico.
e)
Ordenar los asientos bibliográficos ateniéndose al
valor numérico decimal de los signos, a la norma para la ordenación dentro de
un mismo punto de acceso y al orden alfabético.
f)
Hacerse el propio índice alfabético por conceptos con
las correspondientes notaciones de la CDU reflejando los números utilizados ya
realmente por la biblioteca.
g)
Colocar los tejuelos en los libros y los libros en los
estantes de acuerdo con ellos.
h)
Colocación de guías bien visibles en estantes y
ficheros.
·
SISTEMAS DE
CONEXIÓN. EL BSO.
Los
sistemas de conexión o de comunicación tratan de recuperar la universalidad
desde los mismos sistemas especiales, hablamos de conseguir un sistema único al
que poder traducir todos los sistemas especiales. Este sistema sería suficiente
para:
-
Los intercambios bibliográficos.
-
La clasificación de publicaciones periódicas y de
servicios de abstracts.
-
La clasificación simplificada de masas documentales que
o no necesitan otra o están esperando recibir una más específica.
El
BSO reúne las condiciones exigibles para un sistema mediador. Es un sistema
amplio, es decir, no muy detallado, con sólo 4.000 términos, claro y en breve
en su notación.
5) Presente y
futuro del catálogo en la biblioteca.
·
FORMAS DEL
CATÁLOGO.
Tres
son las formas fundamentales: fichas, lista y acceso directo en línea, aunque
se le puede añadir una cuarta: los discos ópticos más conocidos como CD-ROM.
-
El catálogo en fichas: puede ser en fichas sueltas o en
paralelo o cédulas reunidas en mazos y encuadernados con tapas móviles ( en
desuso). La dimensión internacional de las fichas bibliográficas es de 75 x 125
mm con una perforación de 8 a 9 mm de diámetro, su finalidad es la sujeción de
las fichas en los cajones de los ficheros por medio de una varilla metálica
transversal que evita la sustracción o dislocación de las mismas.
-
Los catálogos en forma de lista o de listado pueden
adoptar tanto la forma de libro impreso como la de libro en hojas
intercambiables o la de listas en microformas.
-
Los catálogos en línea, el catálogo en línea
propiamente no existe, lo que existe es un conjunto de datos y órdenes.
·
LA
CATALOGACIÓN EN LA BIBLIOTECA.
Organizar
debidamente el catálogo es sólo uno de los trabajos de suma importancia que
debe llevar a cabo el bibliotecario y no es el de mayor compromiso.
La
catalogación sigue siendo necesaria al menos en las en las bibliotecas públicas
y en todas las grandes bibliotecas universitarias y especiales. Catalogar sigue
siendo el proceso de creación de la ficha de un libro, que comienza cuando el
libro entra a formar parte de la colección y termina cuando ficha y libro se
separan definitivamente: el libro para ir a su lugar de exposición o de
depósito y la ficha para ser intercalada en los ficheros.
·
EL FUTURO
DE LA CATALOGACIÓN.
El
futuro de la catalogación se encuentra en unos cuantos conceptos y programas
presentes en la biblioteconomía internacional. Los conceptos son: la
catalogación centralizada, la catalogación compartida y el catálogo compartido.
Los programas el CBU y el CIP.
Estos
sistemas facilitan entre otras cosas el trabajo del catalogador, puesto que
mediante la catalogación centralizadora llevado a cabo por medio del ordenador
nos sirve una bibliografía nacional fiable y uniforme, ahorra el trabajo del
catalogador y además se proporcionan mejores servicios a los usuarios.
6) Sistemas
nacionales y cooperación interbibliotecaria.
·
REDES DE
BIBLIOTECAS.
Las
redes de bibliotecas suelen ser la forma habitual de realizar lo que se llama
cooperación interbibliotecaria.
La
cooperación reduce el campo de decisión propia y obliga a aceptar algún tipo de
capitalidad común situada por lo general en las bibliotecas principales que son
las que más ponen en la cooperación, la cooperación y la creación de redes se
ha visto incrementada en nuestro tiempo con la aplicación de la teleinformática
a los servicios bibliotecarios.
·
SERVICIOS
NACIONALES DE APOYO.
Algunos
de los servicios nacionales de apoyo que se ofrecen son: formación profesional
permanente, asesoramiento técnico, normalización, publicaciones, investigación,
formación de colecciones nacionales, préstamo y canje interbibliotecario...
·
SISTEMAS
NACIONALES.
Los
servicios nacionales de apoyo son importantes tanto cultural, económica como
políticamente. La necesidad y al mismo tiempo el alto costo de estos servicios
obligan a que los sistemas participantes se sometan a una única autoridad.
Line
ha esquematizado estas funciones. Son las siguientes:
a)
Colección nacional.
b)
Control bibliográfico de las publicaciones nacionales.
c)
Acceso bibliográfico a las publicaciones del mundo.
d)
Acceso a los documentos sobre los que se informa
bibliográficamente.
e)
Depósito supletorio y canje de publicaciones.
f)
Análisis y suministro de información en general, sobre
todo científica.
Para
la consecución de estos fines la UNESCO recomienda la creación de sistemas
nacionales de información (NATIS), la existencia de una infraestructura legal y
de órganos y de planes nacionales.
·
LA
BIBLIOTECA NACIONAL.
La
biblioteca nacional cumple funciones tan importantes que necesita como base una
disposición legal, sobre esta base se construyen bibliotecas verdaderamente
gigantescas.
Las
bibliotecas nacionales han nacido históricamente como grandes colecciones
privadas de lo príncipes, que se abren al pueblo en un determinado momento, hoy
las razones de su existencia son ante todo funcionales.
La
Biblioteca Nacional de España ha tenido que cargar con buena parte de las
consecuencias derivadas de la falta de un verdadero sistema nacional de
bibliotecas, la Biblioteca Nacional es el depósito bibliográfico nacional que,
si prescindimos de los filmes cinematográficos, recibe uno o más ejemplares de
todo tipo de publicación sometida a depósito legal. Tiene funciones muy amplias
que le confieren un papel esencial en le campo de la investigación, la cultura
y la información.
La
Biblioteca Nacional de España dispone ahora de una estructura básica en que
acertadamente se dividen los trabajos de naturaleza administrativa y técnica de
apoyo, de los trabajos técnicos bibliotecarios y de los de relaciones públicas
y de difusión cultural.
La
existencia de importantes colecciones especiales de manuscritos y libros
antiguos, de materiales gráficos y de fondos musicales y de otros tipos de
soportes hace concebir la esperanza de que los actuales servicios encargados de
su gestión directa se conviertan también en departamentos especializados,
capaces de revitalizar su acción y de extenderla a todo el ámbito español e
internacional en proyectos cooperativos.
7)
El ordenador
en la biblioteca. El futuro de la biblioteca.
·
EL
TRATAMIENTO ELECTRÓNICO DE DATOS.
El
tratamiento electrónico de datos es la elaboración o proceso de cualquier
representación física del conocimiento hecha para su comunicación, por medio de
máquinas dotadas de elementos electrónicos. La elaboración consiste en la
transformación, organización y presentación de lo datos organizados. La
existencia del ordenador ha hecho esta máquina sea capaz de recibir datos, de
tratarlos y de trabajar en ellos con toda seguridad. Un ordenador es una
máquina alimentada de datos y dirigida por órdenes o instrucciones.
a.
El ordenador electrónico o equipo mecánico. Los
ordenadores se utilizan para realizar con rapidez y seguridad trabajos
repetitivos, aquellos en los que interviene los mismos elementos: contar, leer
y escribir.
b.
Los datos. Datos que han de ser elaborados, son
distintas unidades de información. Un conjunto homogéneo y organizado de datos
constituye un archivo o fichero.
c.
El conjunto de programas. Elemento básico para el
tratamiento electrónico de datos. Para la realización de estos programas hay
que utilizar una serie de códigos llamados lenguajes de ordenador que son de
tres clases: los lenguajes de programación, los lenguajes de traducción y los
lenguajes o códigos de máquina.
d.
Las formas de utilización o explotación de las bases de
datos son muy variadas y su elección depende tanto de razones de organización
como económicas.
·
EL
ORDENADOR EN LA BIBLIOTECA. LOS SISTEMAS INTEGRADOS.
El
tratamiento electrónico de datos es de gran importancia para el mundo
bibliotecario porque permite la creación de servicios y sistemas de información
útiles para las bibliotecas.
La
automatización de una biblioteca implica una serie de etapas e incluye un
conjunto de partes:
a.
El comienzo es un estudio de viabilidad que se concreta
en un análisis del sistema en curso, de las ventajas del nuevo sistema, de las
consecuencias, de los plazos para su realización y de los costos estimados...
b.
Es preciso escoger entre las distintas opciones, ya que
la automatización puede realizarse por muchas vías.
c.
El análisis y el diseño del sistema es el verdadero
proyecto. El proyecto o diseño, que debe haber surgido del diálogo entre
bibliotecarios, informáticos y proveedores de equipos, debe desembocar en una
tarea común.
d.
La realización o ejecución del sistema lleva consigo la
toma de decisiones sobre dos pasos previos: determinar el comienzo del nuevo
sistema y la formación del personal para adaptarse a la nueva situación.
e.
Aplicaciones en la biblioteca. Se admite que son cuatro
las principales aplicaciones del ordenador en la biblioteca: ingresos y
adquisiciones, catalogación y producción de catálogos y de registros
bibliográficos, circulación, y por último, control de ingreso y bibliográfico
de publicaciones seriadas.
f.
Ingresos y adquisiciones.
g.
Catalogación, catálogos y recuperación de la
información.
h.
Control de la circulación. Encaminada a proporcionar al
usuario los materiales que necesita.
i.
Control de publicaciones seriadas. Incluye tres
operaciones: las adquisiciones e ingreso, el control bibliográfico y la
información bibliográfica sobre ellas.
j.
La recuperación de la información por medio del
ordenador. Poner esta posibilidad al servicio de los usuarios parece la
consumación de lo que llamamos la automatización de una biblioteca.
·
EL FORMATO
MARC.
El
formato MARC tiene apenas treinta años de vida, pero se ha incorporado de lleno
a la terminología bibliotecaria.
El
formato confiere básicamente la posibilidad de identificar un registro
bibliográfico y, dentro de él, todos aquellos elementos informativos que van a
ser necesarios en una biblioteca.
Un
buen formato debe adaptarse a las características del asiento bibliográfico en
general y al as características que resultan de aplicar unas determinadas
normas de catalogación descriptiva, de catalogación por materias y de
ordenación de los registros.
La
cabecera o guía es le primer elemento del formato y contiene, en 24 caracteres,
información codificada numéricamente sobre el registro como tal.
El
directorio es como un índice, también codificado, del contenido del registro y
está compuesto por 12 caracteres.
Los
designadores de contenido son de tres clases: las etiquetas son grupos
de signos que sirven para identificar a los campos, los indicadores se
usan para especificar el contenido de un campo y los códigos de subcampo
que sirven para identificar un elemento informativo de un campo.
Los
delimitadores son caracteres que no tiene otra misión que señalar la
localización dentro de un registro. El delimitador aparece al final del
directorio y de cada campo.
El
formato IBERMARC es usado para la edición de la bibliografía nacional española
y, en todas sus formas por el sistema ARIADNA de la Biblioteca Nacional.
El
IBERMARC es un formato rico en posibilidades por estar diseñado para la agencia
bibliográfica nacional con responsabilidades de catalogación centralizada de
bibliografía nacional y con la ilusión de convertirse en nudo de una red
cooperativa, utiliza los siguientes signos:
-
Tres cifras como etiqueta para identificar los campos.
-
Una cifra para cada uno de los dos indicadores.
-
Una letra minúscula par cada subcampo.
-
Signo = para indicar comienzo de
campo.
-
Signo $ para indicar comienzo de
subcampo.
-
Signo b para indicar que no se usa el indicador
respectivo.
-
0 se utiliza como
representación del cero, para evitar su confusión con la O.
·
EL FUTURO
DE LA BIBLIOTECA.
Las
técnicas bibliotecarias han ido unificando la descripción formal para pasar al
análisis del contenido y ha echado mano de nuevas técnicas mecánicas y
electrónicas de recuperación.
La
biblioteca pública va a seguir existiendo todavía, el futuro nunca llega, es
más bien un límite de posibilidades, lo que podría haber sido y no será.
La
biblioteca no será algo muy distinto de lo que era antes, la función
pedagógica, filtradora y suministradora de la biblioteca no parece que vayan a
desaparecer.
Las
bibliotecas seguirán proveyendo a los usuarios material de estudio, de
recreo... seguirá siendo un lugar donde encontrarse con todo tipo de libros, en
algunas eso sí más libros que en otras, un lugar de cultura. Por ello la
biblioteca no desaparecerá, si irá sufriendo transformaciones, como las ha ido
sufriendo al o largo del tiempo, transformaciones tecnológicas que en parte
ayudan a que el trabajo del bibliotecario y la búsqueda del usuario sean
tareas, entre otras, más fáciles.
Siempre
habrá una biblioteca, un bibliotecario y como no los usuarios nunca faltarán.
Manual de bibliotecas: CARRIÓN
GÚTIEZ, M.
Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
Madrid, 1993
Capítulos 4,5,6,7,8,17 y 18.
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