La tregua fue
supervisada por el conde Folke Bernadotte, el mediador para Palestina; sería
asesinado por terroristas judíos el 17 de septiembre; nombrado por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 21 de mayo, en unión de un equipo de
observadores de dicho organismo formado por oficiales de los Ejércitos de
Bélgica, Francia, Suecia y Estados Unidos. Iba a durar 28 días; del 11 de junio
al 9 de julio, (la O.N.U. esperaba que durase más) y los observadores
asegurarían más tarde que ninguno de ambos bandos obtuviese ventajas militares
durante la tregua mediante la adquisición de más armas o personal de lucha.
Sin embargo, tanto los
Ejércitos árabes como los de Israel aprovecharon la tregua para mejorar sus
posiciones. Las I.D.F., sometieron a una instrucción mucho más rígida a sus
hombres, entre los que se encontraban colonos ya establecidos, nuevos
inmigrantes (Gabal) y voluntarios de ultramar (Mahal) que poseían experiencia
bélica de la Segunda Guerra Mundial, las I.D.F. reagruparon sus fuerzas y se
prepararon para la lucha empleando las nuevas armas recibidas, armas pesadas y
aviones que pilotaban aviadores nativos, así como algunos llegados del otro
lado del Atlántico.
En el décimo día de la
tregua, estalló un grave incidente interno judío, cuando el
"Altalena", un buque cargado de armas del Irgún, que había zarpado de
un puerto francés a principios de junio, trató de descargarlas en las costas de
Israel. El Irgún se negó a entregar las armas al Gobierno de Israel. Cuando el
Irgún persistió en su negativa de aceptar las condiciones que imponía el Gobierno,
se impidió por la fuerza a que se descargara el buque.
El barco se incendió
cerca de la playa de Tel-Aviv, incendio provocado por las tropas de las I.D.F.
que, acto seguido, tuvieron que entrar en el mar para rescatar al personal del
Irgún. Hubo bajas por ambos bandos.
Hacia el final del
periodo de tregua, se hizo evidente que esta no se prolongaría. El único
acuerdo que Bernadotte pudo conseguir de ambos bandos fue la desmilitarización
del área del Monte Scopus, en Jerusalén. La tregua terminó a las seis de la
mañana del 9 de julio y, acto seguido, se reanudaron las hostilidades. Duraron
diez días, al cabo de los cuales se produjo una segunda tregua.
La Guerra de los 10 días
En el Sur, los egipcios
habían aprovechado la tregua para reforzar su línea Majdal Bet-Guvrin. Sus
fuerzas se componían entonces de cuatro brigadas. Veinticuatro horas antes de
que finalizara la tregua, en la mañana del 8 de julio, iniciaron una serie de
ataques a ambos lados de la línea. Hicieron retirarse a una unidad de las
I.D.F. desde Kaukaba hasta el Sur, pero sufrieron muchas bajas cuando
intentaron tomar Beit Daras, al Norte.
Aquella noche, algunas
unidades de la Givati atacaron las líneas enemigas desde el Norte y tomaron los
poblados de Iraq Sueidan, Beit Afa e Ibdis, este último tras dura lucha en la
que derrotaron a dos compañías egipcias y capturaron gran cantidad de armas y
municiones.
Una compañía de la
brigada Negev, al atacar la línea desde el Sur, tuvo menos éxito; tomó varias
posiciones, pero fracasó en su asalto al puesto de policía de Iraq Sueidan. (En
consecuencia, el poblado de Sueidan y, más tarde, Beit Afa, tuvieron que ser
abandonados). Durante los ocho días siguientes, las dos brigadas de las I.D.F.
lucharon sin descanso para contener a los egipcios, mucho más poderosos, romper
su frente y unirse a la defensa de los kibbutz locales, sobre todo, los de
Negbah y Beerat Yizhak, que resistieron milagrosamente, a pesar de que las
fuerzas enemigas eran muy superiores en número y armamento.En la noche del 17
de julio, cuando estaba a punto de establecerse otra tregua, las I.D.F. se
lanzaron a un decidido ataque contra dos posiciones egipcias, Hatta y Karatiya,
situadas entre Iraq Sueidan y Faluja. Cayeron Hatta y Karatiya, se rompió así
la línea Madjal-Faluja y quedó abierto un camino hacia las aisladas y sitiadas
colonias del Negev. Sin embargo, los egipcios iniciaron un movimiento
envolvente más al Sur, de manera que cuando, en la noche del 18 de julio, entro
en vigor la tregua, las comunicaciones egipcias Este-Oeste eran débiles, pero
también lo eran las comunicaciones por tierra de los judíos con el Negev.
El mayor esfuerzo
ofensivo de las I.D.F. durante los diez días de lucha se dirigió contra la
Legión Árabe, en el frente central, la zona situada entre Tel-Aviv y Jerusalén.
Con el objetivo de tomar las ciudades de Lydda y Ramleh, despejar el área
central y, luego, si aún había tiempo, tratar de capturar Ramallah y Latrun,
las I.D.F. organizaron un fuerte contingente de tropas al mando de Yigal Alon, comandante
del Palmach. Estas tropas las formaban la brigada Yiftah, la nueva Brigada
Acorazada (un batallón de tanques y una compañía de autoametralladoras), y dos
batallones de las brigadas Kiryati y Alexandroni, además de baterías de
artillería y unidades de ingenieros. La acción se denominó Operación Dani. Dos
grupos de tropas iniciaron un movimiento de pinza, uno avanzó hacia Lydda y
Ramleh, desde el Noroeste; el otro, desde el Sudoeste. Las fuerzas de la
brigada Yiftah, en el Sur, tomaron Inaba y Jimzu y, a mediodía del día 10, se
abrieron paso a través de Ben-Shemen, en la retaguardia de Lydda.
La Brigada Acorazada
avanzó a lo largo del arco norte en la mañana del día 10, y tomó Wilhelma, Tira
y otros poblados. En el curso de este avance, se separó del cuerpo principal un
pequeño grupo de tropas con objeto de tomar Safiriya y, luego, continuar su
avance para conquistar el aeropuerto de Lydda.
Así, al cabo de día y
medio de haberse reanudado las hostilidades, tanto el mayor aeropuerto de
Oriente Medio como una docena de poblados clave, habían caído en manos de las
I.D.F., en los primeros encuentros durante los cuales las unidades de Israel
habían empleado blindados. En Deir Tarif, el batallón de tanques fue detenido
por un gran contingente de fuerzas de la Legión Árabe. Allí la batalla fue muy
dura, y Deir Tarif cayó al día siguiente. Sin embargo, el batallón de comandos
entró en Ben Shaman en la tarde del día 10, después de haber sobrepasado Deir
Tarif. Luego, sin detenerse a descansar o a esperar el apoyo artillero
solicitado, se lanzó al ataque por sorpresa contra Lydda. Los hombres de la
brigada Yiftah avanzaron para tomar la ciudad. La Legión Árabe contraatacó al
día siguiente, aunque sin éxito. El 12 de julio, las unidades de la brigada
Kiryati tomaron Ramleh, que ya por entonces se hallaba sitiada, y que se rindió
tras una breve escaramuza, a la vez que al Norte de este sector se recuperaba
los vitales manantiales de Rosh ha-Ayin, que en el mes de junio habían sido
conquistados por los iraquíes.
La Legión Árabe
reagrupó sus fuerzas para reforzar las defensas de Ramallah y Latrun. Con el
apoyo de refuerzos procedentes de Jerusalén, la Legión sostuvo el enclave de
Latrun con los efectivos de una brigada y un número considerable de blindados.
Al Norte de Latrun, las
unidades de Israel, presionando hacia el Este desde Lydda y Ramleh, tomaron
Shilta, Barfiliya, Bir Main y Salbit. Esta operación las llevó a ocupar
posiciones que dominaban la carretera de Ramallah, Beit-Nubba, Latrun.
En Jerusalén y sus
alrededores, conquistaron Ein Kerem y Malha, de ello se encargaron las unidades
de Jerusalén. Pero fracasó el intento de tomar la Ciudad Vieja rompiendo la
línea de la Puerta Nueva, y así, cuando se estableció la tregua encontró a la
Ciudad Vieja todavía en manos de la Legión Árabe.
La operación más
espectacular que se realizó en el Norte durante estos diez días de lucha fue la
Operación Dekel, que culminó con la captura de Nazareth. La llevó a cabo un
grupo formado por la 7ª Brigada, al mando de Hayim Laskov, y un batallón de la
brigada Carmeli con algún apoyo de la Golani. Tras haber tomado varias
posiciones árabes situadas entre la costa y las colinas que había al Sudeste de
Acre, el grupo atacó con enorme éxito Shefaram el 14 de julio, y prosiguió su avance
hacia el Sur, donde tomó Zippori al día siguiente, tras enconada lucha. Las
fuerzas árabes en esta región las formaban el Ejército Árabe de Liberación de
El Kaukji.
La población de
Nazareth comenzó a sentirse presa del pánico cuando la columna judía avanzó
sobre la ciudad. Al mismo tiempo, una pequeña unidad de la brigada Golani
avanzó hacia Nazareth desde el Valle de Jezrael, lo que hizo creer a El Kaukji
que también se hallaba amenazado por un fuerte contingente que se aproximaba
desde el Sur.
Tras un fuego
intermitente, la ciudad se rindió en la noche del 16 de julio. Se dictaron
órdenes para que fuesen respetados todos los lugares sagrados y para que no se
obstaculizara en absoluto la vida normal de la población árabe. Los árabes
residentes en la ciudad enterados del destino de sus vecinos de Haifa, los
cuales habían obedecido al pie de la letra la llamada del Mufti para que lo
abandonaran todo, se quedaron. El propio El Kaukji, con la mayor parte de sus
fuerzas, logró escapar a las montañas del Norte a través de una brecha que aún
no habían podido tapar las tropas de las I.D.F. El resultado de la Operación
Dekel fue liberar todo el cinturón de la Baja Galilea, desde la bahía de Haifa
hasta el Lago Kinneret.
Más al Norte, la
brigada Carmeli, entonces al mando de Mordechai Maklef, inició unas operaciones
cuyo objetivo principal era la eliminación del saliente sirio en Mishmar
ha-Yarden. La batalla fue intensa durante aquellos diez días; posiciones como
Dardara y la Cota 223, cambiaron de manos hasta tres veces. Las batallas
terminaron en tablas, y los sirios siguieron en Mishmar ha-Yarden, pero ya no
pudieron seguir avanzando, ni siquiera recorrer la corta distancia que les
separaba por el Oeste para cortar la carretera de Rosh Pinnah y Metulla, la arteria
principal del "dedo" de la Alta Galilea.
Las Fuerzas Aéreas
Israelíes, al mando de Aharon Remez, con sus nuevos aviones aunque inferiores
en número y calidad a las del enemigo, transportaron refuerzos y realizaron
misiones de persecución y bombardeo. Tres fortalezas volantes de la Segunda
Guerra Mundial efectuaron ataques aéreos sobre Egipto en ruta a Israel el 14 de
junio, bombardearon El Cairo y atacaron de nuevo Rafa y el Arish. También fue
bombardeada Damasco. La Armada de Israel, tras haber reparado apresuradamente
los cascos de los buques de inmigrantes, bombardeó centros árabes a lo largo de
la costa del Carmelo; atacó buques cerca de Gaza y atacó el puerto libanés de
Tiro.
De la segunda tregua al fin de la guerra
Las violaciones de la
segunda tregua que se inició el 18 de julio a las 7 de la tarde, comenzaron
casi desde el primer día. En la zona de Jerusalén, la Legión Árabe intensificó
los bombardeos contra la Ciudad Nueva, y durante los meses de julio, agosto,
septiembre y octubre, Jerusalén fue blanco de la artillería, de los morteros y
de las ametralladoras casi cada noche. (Los ataques cesaron el 30 de noviembre,
cuando ambas partes aceptaron un "sincero alto el fuego"). El 12 de
agosto, la Legión destruyó los depósitos de bombeo de agua de Latrun, aunque se
hallaban bajo control de las Naciones Unidas, pero Israel tendió rápidamente
una tubería a lo largo de la "Ruta de Birmania" y pudo así
suministrar agua a Jerusalén. En el Norte, el Ejército Árabe de Liberación
mantuvo encuentros esporádicos y simples intercambios de disparos con las
posiciones judías.
En el Sur, los egipcios
no tardaron en violar las condiciones de la tregua y negaron el paso a convoyes
judíos a través de la brecha de Hatta-Karatiya, abierta en sus líneas. Se apoderaron
de posiciones situadas fuera de los límites que señalaba la tregua y, después,
extendieron sus ataques a varias posiciones de las I.D.F, fuerzas que cubrían
la brecha. El 15 de octubre, el Ejército de Israel y sus Fuerzas Aéreas
volvieron a la ofensiva tras un ataque egipcio a un convoy que se dirigía al
Sur y a unas comunicaciones de los kibbutz. Una rápida campaña de siete días
abrió la carretera del Negev, quedando ésta libre de tropas egipcias.
Durante este periodo se
llevó a cabo la "Operación Yoav", (Operación Diez Plagas). En la
reorganización que el Ejército había emprendido durante los meses anteriores a
la tregua cuando por primera vez se habían nombrado jerarquías entre jefes y
oficiales, el país había sido dividido en cuatro comandancias militares. El
mando del frente Sur, a las órdenes del comandante del Palmach, Yigal Allon,
era responsable de la "Operación Yoav".
En la noche del 15 de
octubre, la aviación israelí bombardeó las bases desde las cuales se habían
lanzado los asaltos egipcios, y también atacó el aeródromo de Rafa. Esta acción
consiguió mantener libres los cielos de aparatos egipcios, concediendo así la
superioridad a las I.D.F., por vez primera. La Armada de Israel también tomó
parte en estas batallas del Sur: bombardeó instalaciones enemigas de la costa,
impidió que los suministros llegaran a Gaza y Madjal por vía marítima y alcanzó
un espectacular triunfo cuando su unidad especial hundió el "Emir
Faruk", buque insignia de la Armada egipcia, muy cerca de las costas de
Gaza.
En tierra, y con objeto
de fijar a las fuerzas egipcias en la faja costera haciéndoles creer que era
allí donde se atacaría con mayor ímpetu, las tropas de la Yiftah iniciaron una
serie de incursiones y actos de sabotaje contra concentraciones egipcias y comunicaciones
(en la faja Norte y Sur de Gaza), entre Rafa y Gaza y entre Gaza y Madjal. Poco
después, la brigada Givati y el batallón blindado entraron en acción para
romper el frente Madjal-Bet Guvrin. Tras encarnizada lucha, la unidad de
tanques no consiguió tomar Iraq al-Manshiya, al Este de Faluja. En la noche
siguiente, y puesto que el elemento sorpresa había quedado ya descartado, se
decidió concentrar el ataque más violento contra el eje más importante, el
cruce de la carretera de Madjal-Faluja con la carretera interior, que era la
principal arteria que conducía al Negev.
En la noche del 16, la
Givati avanzó hacia el Sur y tomó los altos de Kawkaba, que dominaba la
carretera que se extendía de Norte a Sur. Pero la brigada Yiftah fracasó en
ocupar las alturas de Al-Huleikat, situadas más al Sur, que también dominaban
la carretera. Sin embargo, Huleikat cayó el 20 de octubre, cuando otras
unidades lograron conquistar varias posiciones cercanas. La carretera que
conducía al Negev se hallaba ya despejada, a pesar de que el fuerte de Iraq
Sueidan había resistido un ulterior ataque israelí para conquistarlo.
En aquellos momentos,
Gran Bretaña estaba preocupado por el destino de su protegida, la Legión Árabe
(fuerza militar de Transjordania), que todavía se hallaba al mando de oficiales
británicos y recibía apoyo logístico y de mantenimiento por parte de las tropas
británicas estacionadas aún en la zona del Canal de Suez. En consecuencia, fue
Gran Bretaña la que influyó sobre el Consejo de Seguridad, impulsada por sus
deseos de que el alto el fuego fuese una realidad, mientras que las I.D.F.
reconocían que disponían de muy poco tiempo para explotar el éxito de la
despejada carretera del Negev. A las cuatro en punto de la madrugada del 21 de
octubre, las I.D.F. avanzaron para tomar Berseba.
Mientras algunas
unidades ocupaban posiciones al Norte y Sur de la ciudad con objeto de impedir
la llegada de refuerzos egipcios, y otra realizaba operaciones de diversión en
dirección a Hebrón, las principales fuerzas de las I.D.F. avanzaban sobre la
ciudad desde el Oeste. Aunque el comandante de la guarnición egipcia, que
ignoraba aún que la carretera había sido abierta más al Sur, fue totalmente
sorprendido, se entabló una enconada lucha dentro de la ciudad, pero, a las ocho
de la mañana, se izó la bandera blanca en el fuerte, y sobre las nueve y cuarto
se completaba la toma de Berseba.
En el transcurso de una
noche muy crítica, la Ezyoni, por entonces al mando de Moshe Dayan, trató
inútilmente de tomar los altos de Beit Jallah con el fin de impedir que desde
allí llegasen más tropas egipcias para rescatar y ayudar a los egipcios del
Sur. Se estableció una tregua para las tres de la tarde del 22 de octubre,
pero, incluso así, en los días siguientes se registraron nuevos combates.
Atrapada en una bolsa
que tenia su centro alrededor de Faluja e incluía a Iraq Sueidan, en el Oeste,
y a Iraq al-Manshiya, en el Este, había una brigada egipcia completa formada
por 4.000 hombres, al mando de un comandante sudanés, que se negó a rendirse.
El 9 de noviembre, la zona de la bolsa de Faluja (así se la llamó después) se
redujo al tomar las fuerzas de las I.D.F. el poblado y fuerte de Iraq Sueidan,
en una de las numerosas acciones en las que ambas partes procuraron mejorar sus
posiciones a pesar de la tregua.
En el Norte, el
Ejército Árabe de Liberación, que no se consideraba comprometido en modo alguno
por la tregua de las Naciones Unidas, llevó a cabo ataques locales durante los
meses que duró el alto el fuego. El 22 de Octubre, pensando que las I.D.F.
estarían demasiado ocupadas y preocupadas por las operaciones en el Negev, El
Kaukji lanzó un ataque contra el puesto del kibbutz Manarah, situado en el
cerro cercano a la frontera libanesa, sobre el valle Huleh. Conquistaron el
reducto de Sheij Abbad, rechazaron un contraataque de la unidad local de las
I.D.F. y tendieron una emboscada a los refuerzos que se enviaron para ayudar a
Manarah. Las protestas de Israel ante las Naciones Unidas no sirvieron de nada.
Los árabes conservaron en su poder Sheij Abbad, tomaron más posiciones en
aquella cota; cortaron la ruta Manarah-Nebi Yusha y dominaron la carretera Rosh
Pinnah-Metullah.
En la noche del 28 de
octubre, las I.D.F. iniciaron la "Operación Hiram", no atacando el
punto elegido por El Kaukji, sino contra sus principales bases, al objeto de
derrotar a sus tropas. La aviación se mostró muy activa: realizó bombardeos y
prestó su apoyo al ataque. La acción principal recayó sobre la 7ª Brigada que
partió desde Safed y avanzó hacia el Oeste y Noroeste, sobre Sasa, situada en
el propio corazón de la Alta Galilea. En menos de 24 horas de duros combates,
efectuó un rapidisimo avance a través de las colinas y conquistó Meron (sólo
tuvo éxito en el segundo ataque); tomó asimismo, Safsaf y, a continuación,
prosiguió su rápido avance hacia el poderoso reducto de Jish. En la noche del
día 29, ya estaban los soldados judíos en Sasa. En una acción coordinada, la
brigada Oded avanzó hacia el Este a la hora cero desde bases cercanas a
Nahariyah, y también realizó progresos hacia Sasa, de manera que el Ejército
Árabe de Liberación quedara cercada mediante el empuje de la Oded, por un lado,
y el de la 7ª Brigada, por el otro. El pueblo de Tarshiba se mantuvo firme.
Sólo se rindió en la mañana del día 30, cuando la brigada Golani había llevado
a cabo una serie de acciones de diversión en el Sur, que obligaron a retroceder
hacia el Norte al Ejército de Liberación.
La brigada Golani
recibió órdenes de aprovechar el éxito conseguido y avanzar sobre Aylabun, que
tomó muy pronto, mientras que la 7ª Brigada, situada más al Norte, también
aprovechaba su éxito avanzando hacia el Noreste, sobre Malkiyah. La 7ª Brigada
tomó Malkiyah por sorpresa, aproximándose desde el Sur. Esto alivió a Manarah
de la presión enemiga que la abrumaba, y, acto seguido, la brigada Carmeli,
protegiendo el sector oriental para impedir una ofensiva desde Mishmar
ha-Yarden, se lanzó al ataque. Penetró en el Líbano y tomó algunos poblados
situados cerca de la carretera de Manarah. Algunos de sus destacamentos
llegaron al rio Litani. (Israel abandonó los poblados libaneses en el acuerdo
de armisticio firmado en marzo de 1949).
Cuando los
supervivientes de las fuerzas de El Kaukji advirtieron que les estaban
presionando por el Este, el Sur y el Oeste, sobre todo después de la pérdida de
sus centros clave en Jish, Sasa y Tarshiya, comenzaron a evacuar la bolsa
empleando caminos muy poco conocidos.
El 31 de octubre,
cuando se dio la orden de alto el fuego, se retiraron hacia el Líbano. Después
de iniciarse la acción, en toda Galilea no quedaba ni un hombre del Ejército
Árabe de Liberación.
En el Sur, la tregua
fue vulnerada por ambas partes durante los meses de noviembre y diciembre; las
violaciones fueron más graves por parte de los árabes, ya que tenían mucho más
que ganar tras haber perdido tanto. Atacaron las comunicaciones de las colonias
judías, sabotearon las instalaciones de bombeo de agua potable, e intentaron
conquistar puestos militares del Negev con el propósito de mejorar sus
posiciones. También se negaron a cumplir una orden del Consejo de Seguridad de
las Naciones Unidas, (que Israel aceptó), para iniciar conversaciones de
armisticio, a menos que Israel conviniese en libertar a la cercada brigada de
Faluja. Israel prometió hacerlo tan pronto como se iniciaran las
conversaciones. Egipto se mantuvo firme en sus exigencias, y sus fuerzas
continuaron las actividades de hostigamiento en el Negev.
En consecuencia, Israel
decidió poner en marcha la "Operación Horev", destinada a expulsar a
los egipcios de las fronteras del país. Las fuerzas que tomaron parte en dicha
operación, al mando del frente Sur, estaban formadas por la 8ª Brigada
Acorazada, las brigadas Negev, Golani y Alexandroni, además de dos batallones
de la brigada Harel. Los egipcios se hallaban atrincherados a lo largo de dos
alas principales. La occidental y más fuerte de las dos formaba una especie de
horquilla al Norte de Auja al-Hafir, a lo largo del borde del Sinaí, y
penetraba en la faja costera por Rafa hasta Gaza, mientras que el otro extremo
oriental describía un arco hacia el Noreste, desde Auja, a través de
Al-Mushrifa y Bir Asluj, a unos 24 km. al Sur de Berseba. El objetivo
primordial de las fuerzas de las I.D.F era la destrucción del ala oriental, con
sus reductos fuertemente defendidos en las alturas y a lo largo de la carretera
de Berseba-Auja.
Con el propósito de
actuar por sorpresa, las I.D.F. decidieron utilizar un antiguo camino romano,
muy poco conocido, que servia como atajo directo a través del desierto, por Uadi
al-Abyad, desde Berseba a Auja. Este antiguo camino tuvo que ser reparado por
los ingenieros para que los vehículos pudiesen rodar sobre él. Sin embargo, no
se podía iniciar dicha reparación sin que se perdiese el elemento sorpresa,
hasta que la campaña progresara de nuevo. En consecuencia, se decidió iniciar
operaciones de diversión, ataques y escaramuzas contra el ala occidental
egipcia.
En la tarde del 22 de
diciembre, la artillería bombardeó toda la faja costera y, aquella misma noche,
las unidades de la brigada Golani entraron en acción para cortar las
comunicaciones entre Rafa y Gaza, procurando ocupar las cotas claves. Durante
las siguientes 48 horas, las I.D.F. entablaron duros combates, sufrieron muchas
bajas ante los violentos contraataques egipcios, pero cumplieron con su tarea
de distraer la atención del enemigo del ala oriental.
En la mañana del 22 de
diciembre, la 8ª Brigada Acorazada y la brigada Negev se dirigieron a sus
puntos de destino desde Al-Jalasa, al Sur de Berseba. La brigada Negev partió
hacia el Sur, en dirección a Mushrifa, y tuvo que librar una serie de
encarnizados combates para tomar el bien defendido grupo de colinas que
rodeaban Bir al-Thamila, cerca de la carretera de Auja-Bir Asluj.
Los egipcios
contraatacaron con numerosos contingentes, y una unidad de la brigada Negev
perdió la mitad de sus hombres al intentar resistir en una de las cotas clave.
Pero pronto se volvió a recuperar, y en la mañana del 26 de diciembre los
bastiones principales de los egipcios, entre Auja y Bir Asluj, se hallaban en
manos de Israel; Bir Asluj, en el límite Noreste de la línea egipcia, estaba
aislada y totalmente indefensa la retaguardia de Auja.
Mientras tanto la
Brigada Acorazada lo pasó mal en su avance hacia el Sudoeste a través del
camino romano que conducía al Sur; y, a pesar del esforzado trabajo de los
ingenieros para hacer que la ruta fuese idónea, se produjeron retrasos. Las
principales fuerzas que debían alcanzar Auja al amanecer del 26 de diciembre no
llegaron allí hasta últimas horas del mediodía, donde ocuparon posiciones,
aunque sin poder lanzar todavía su ataque principal. La ofensiva se produjo en
la mañana del día 27, después de haber alzado barricadas al Norte y Oeste de
Auja.
El ataque, en el que
desempeñó un papel muy importante el batallón de comandos de la Brigada
Acorazada, fue rechazado con enorme arrojo. Las tropas terrestres egipcias
recibieron apoyo aéreo, los bombardeos egipcios produjeron muchas bajas en las
unidades israelíes. Pero Auja cayó a las 8 de la mañana y, en consecuencia, las
tropas egipcias comenzaron a evacuar sus reductos en la retaguardia de Auja,
siendo perseguidas en todo momento por las unidades israelíes. La brigada Negev
completó su tarea de despejar todo el frente de combate, incluyendo Bir Asluj,
que fue ocupado poco después del mediodía; acto seguido, las tropas
prosiguieron el avance hacia el Oeste, por carretera ya pavimentada, para
enlazar con la Brigada Acorazada en Auja, a primeras horas de la tarde. Ya
estaba abierta, pues, la carretera de Berseba-Auja y no quedaban tropas
egipcias en el suelo de Israel.
A continuación, las
I.D.F. continuaron su avance hacia el Oeste y el Noroeste, desde Auja,
penetraron en el Sinaí y no dejaron de perseguir a las fuerzas egipcias. En la
noche del día 28, la brigada Negev, con la ayuda del batallón de tanques de la
Brigada Acorazada, efectuó un ataque contra Abu Ageila, a unos 48 km. al Oeste
de la frontera internacional; dominaron así el importante nudo de
comunicaciones formado por la carretera que corría hacia el Oeste, en dirección
a Ismailia, y la carretera del Noroeste, que partía hacia El Arish.
Finalmente, ocuparon
los reductos y, al amanecer, las unidades de la Negev entraron en Abu Ageila.
Avanzando hacia el Noroeste los tanques y las unidades de comandos llegaron
hasta el aeródromo de El Arish, destruyendo sus instalaciones y capturaron,
intacto, un avión Spitfire, para sin detenerse, atacar el puesto de Birh
Lahfan, que acabó rindiendose. Pero como no disponían de tropas de apoyo y dado
que los tanques necesitaban reparaciones, las unidades regresaron a Abu Ageila,
el 30 de diciembre. También el día anterior, una unidad móvil ligera avanzó muy
rápidamente hacia el Oeste para atacar la base aérea de Bir al-Hamma, situado a
más de 80 km. al Oeste de Abu Ageila. Una vez cumplida su misión, la unidad
regresó a la base. El día 30 se dedicó por entero a la conquista de posiciones
defensivas egipcias situadas entre Abu Ageila y El Arish, entre Auja y Rafa, y
El Kusseima, a unos 32 km. al Sur de Auja.
Sin embargo, por este
tiempo, y mientras las formaciones de tropas perseguían al enemigo en pleno
Sinaí, ya se estaban ejerciendo fuertes presiones diplomáticas sobre el
gobierno israelí. Gran Bretaña incluso amenazó con una intervención militar, de
acuerdo con el Tratado Anglo-Egipcio de 1936, a menos que las fuerzas de las
I.D.F. se retirasen a límites internacionales. En consecuencia, se dictaron
órdenes al mando del frente para que evacuara el Sinaí, el 2 de enero de 1949,
pero que no obstante, continuase operando dentro de los límites de la Palestina
del Mandato.
Durante los días
siguientes se luchó enconadamente y se luchó a la vez, con serias tormentas de
arena en la zona de Rafa. Tomaron parte en estos combates las brigadas Golani,
Harel y Negev apoyadas por la 7ª Brigada Acorazada. Varios puestos de Rafa,
cambiaron de manos unas cuantas veces. Cuando el enemigo se retiró a la costa,
las I.D.F. se prepararon para atacar Rafa, pero no pudieron hacerlo debido a la
orden de alto el fuego que entró en vigor a mediodía del 7 de enero. Aquel día,
cinco cazas británicos pasaron en vuelo rasante sobre las posiciones de Israel
y, acto seguido, fueron derribados por aviones judíos. Más tarde se supo que
los aviones británicos realizaban vuelos de reconocimiento y que habían sido
confundidos con los cazas egipcios que a diario habían atacado a las columnas
judías. Esta acción despertó la cólera del parlamento británico, donde se
criticó muy duramente al gobierno (particularmente por parte de Winston
Churchill, por entonces jefe de la oposición), por haber enviado aviones a la
zona de guerra, lo que daba al asunto el aspecto de una intervención en el
conflicto.
La brigada Alexandroni
había sido encargada de contener y, luego rendir a la brigada egipcia atrapada
en la bolsa de Faluja. Atacó a Iraq al-Manshiya, en la noche del 27 de
diciembre, y libró una dura batalla. Pero los defensores, que se hallaban bajo
mando sudanés, mostraron una feroz resistencia y realizaron decididos
contraataques cuando perdían alguna posición. Los israelíes se retiraron. La
brigada de Faluja pudo ser liberada por el armisticio egipcio-israelí de Rodas,
el 24 de febrero; cuando partió, la brigada fue saludada por sus adversarios
israelíes en reconocimiento a su valor.
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