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miércoles, 18 de abril de 2018

LA PRIMERA TREGUA: 11-6/9-7-1948






La tregua fue supervisada por el conde Folke Bernadotte, el mediador para Palestina; sería asesinado por terroristas judíos el 17 de septiembre; nombrado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de mayo, en unión de un equipo de observadores de dicho organismo formado por oficiales de los Ejércitos de Bélgica, Francia, Suecia y Estados Unidos. Iba a durar 28 días; del 11 de junio al 9 de julio, (la O.N.U. esperaba que durase más) y los observadores asegurarían más tarde que ninguno de ambos bandos obtuviese ventajas militares durante la tregua mediante la adquisición de más armas o personal de lucha.

Sin embargo, tanto los Ejércitos árabes como los de Israel aprovecharon la tregua para mejorar sus posiciones. Las I.D.F., sometieron a una instrucción mucho más rígida a sus hombres, entre los que se encontraban colonos ya establecidos, nuevos inmigrantes (Gabal) y voluntarios de ultramar (Mahal) que poseían experiencia bélica de la Segunda Guerra Mundial, las I.D.F. reagruparon sus fuerzas y se prepararon para la lucha empleando las nuevas armas recibidas, armas pesadas y aviones que pilotaban aviadores nativos, así como algunos llegados del otro lado del Atlántico.

En el décimo día de la tregua, estalló un grave incidente interno judío, cuando el "Altalena", un buque cargado de armas del Irgún, que había zarpado de un puerto francés a principios de junio, trató de descargarlas en las costas de Israel. El Irgún se negó a entregar las armas al Gobierno de Israel. Cuando el Irgún persistió en su negativa de aceptar las condiciones que imponía el Gobierno, se impidió por la fuerza a que se descargara el buque.

El barco se incendió cerca de la playa de Tel-Aviv, incendio provocado por las tropas de las I.D.F. que, acto seguido, tuvieron que entrar en el mar para rescatar al personal del Irgún. Hubo bajas por ambos bandos.

Hacia el final del periodo de tregua, se hizo evidente que esta no se prolongaría. El único acuerdo que Bernadotte pudo conseguir de ambos bandos fue la desmilitarización del área del Monte Scopus, en Jerusalén. La tregua terminó a las seis de la mañana del 9 de julio y, acto seguido, se reanudaron las hostilidades. Duraron diez días, al cabo de los cuales se produjo una segunda tregua.


La Guerra de los 10 días


En el Sur, los egipcios habían aprovechado la tregua para reforzar su línea Majdal Bet-Guvrin. Sus fuerzas se componían entonces de cuatro brigadas. Veinticuatro horas antes de que finalizara la tregua, en la mañana del 8 de julio, iniciaron una serie de ataques a ambos lados de la línea. Hicieron retirarse a una unidad de las I.D.F. desde Kaukaba hasta el Sur, pero sufrieron muchas bajas cuando intentaron tomar Beit Daras, al Norte.

Aquella noche, algunas unidades de la Givati atacaron las líneas enemigas desde el Norte y tomaron los poblados de Iraq Sueidan, Beit Afa e Ibdis, este último tras dura lucha en la que derrotaron a dos compañías egipcias y capturaron gran cantidad de armas y municiones.

Una compañía de la brigada Negev, al atacar la línea desde el Sur, tuvo menos éxito; tomó varias posiciones, pero fracasó en su asalto al puesto de policía de Iraq Sueidan. (En consecuencia, el poblado de Sueidan y, más tarde, Beit Afa, tuvieron que ser abandonados). Durante los ocho días siguientes, las dos brigadas de las I.D.F. lucharon sin descanso para contener a los egipcios, mucho más poderosos, romper su frente y unirse a la defensa de los kibbutz locales, sobre todo, los de Negbah y Beerat Yizhak, que resistieron milagrosamente, a pesar de que las fuerzas enemigas eran muy superiores en número y armamento.En la noche del 17 de julio, cuando estaba a punto de establecerse otra tregua, las I.D.F. se lanzaron a un decidido ataque contra dos posiciones egipcias, Hatta y Karatiya, situadas entre Iraq Sueidan y Faluja. Cayeron Hatta y Karatiya, se rompió así la línea Madjal-Faluja y quedó abierto un camino hacia las aisladas y sitiadas colonias del Negev. Sin embargo, los egipcios iniciaron un movimiento envolvente más al Sur, de manera que cuando, en la noche del 18 de julio, entro en vigor la tregua, las comunicaciones egipcias Este-Oeste eran débiles, pero también lo eran las comunicaciones por tierra de los judíos con el Negev.

El mayor esfuerzo ofensivo de las I.D.F. durante los diez días de lucha se dirigió contra la Legión Árabe, en el frente central, la zona situada entre Tel-Aviv y Jerusalén. Con el objetivo de tomar las ciudades de Lydda y Ramleh, despejar el área central y, luego, si aún había tiempo, tratar de capturar Ramallah y Latrun, las I.D.F. organizaron un fuerte contingente de tropas al mando de Yigal Alon, comandante del Palmach. Estas tropas las formaban la brigada Yiftah, la nueva Brigada Acorazada (un batallón de tanques y una compañía de autoametralladoras), y dos batallones de las brigadas Kiryati y Alexandroni, además de baterías de artillería y unidades de ingenieros. La acción se denominó Operación Dani. Dos grupos de tropas iniciaron un movimiento de pinza, uno avanzó hacia Lydda y Ramleh, desde el Noroeste; el otro, desde el Sudoeste. Las fuerzas de la brigada Yiftah, en el Sur, tomaron Inaba y Jimzu y, a mediodía del día 10, se abrieron paso a través de Ben-Shemen, en la retaguardia de Lydda.

La Brigada Acorazada avanzó a lo largo del arco norte en la mañana del día 10, y tomó Wilhelma, Tira y otros poblados. En el curso de este avance, se separó del cuerpo principal un pequeño grupo de tropas con objeto de tomar Safiriya y, luego, continuar su avance para conquistar el aeropuerto de Lydda.

Así, al cabo de día y medio de haberse reanudado las hostilidades, tanto el mayor aeropuerto de Oriente Medio como una docena de poblados clave, habían caído en manos de las I.D.F., en los primeros encuentros durante los cuales las unidades de Israel habían empleado blindados. En Deir Tarif, el batallón de tanques fue detenido por un gran contingente de fuerzas de la Legión Árabe. Allí la batalla fue muy dura, y Deir Tarif cayó al día siguiente. Sin embargo, el batallón de comandos entró en Ben Shaman en la tarde del día 10, después de haber sobrepasado Deir Tarif. Luego, sin detenerse a descansar o a esperar el apoyo artillero solicitado, se lanzó al ataque por sorpresa contra Lydda. Los hombres de la brigada Yiftah avanzaron para tomar la ciudad. La Legión Árabe contraatacó al día siguiente, aunque sin éxito. El 12 de julio, las unidades de la brigada Kiryati tomaron Ramleh, que ya por entonces se hallaba sitiada, y que se rindió tras una breve escaramuza, a la vez que al Norte de este sector se recuperaba los vitales manantiales de Rosh ha-Ayin, que en el mes de junio habían sido conquistados por los iraquíes.

La Legión Árabe reagrupó sus fuerzas para reforzar las defensas de Ramallah y Latrun. Con el apoyo de refuerzos procedentes de Jerusalén, la Legión sostuvo el enclave de Latrun con los efectivos de una brigada y un número considerable de blindados.

Al Norte de Latrun, las unidades de Israel, presionando hacia el Este desde Lydda y Ramleh, tomaron Shilta, Barfiliya, Bir Main y Salbit. Esta operación las llevó a ocupar posiciones que dominaban la carretera de Ramallah, Beit-Nubba, Latrun.

En Jerusalén y sus alrededores, conquistaron Ein Kerem y Malha, de ello se encargaron las unidades de Jerusalén. Pero fracasó el intento de tomar la Ciudad Vieja rompiendo la línea de la Puerta Nueva, y así, cuando se estableció la tregua encontró a la Ciudad Vieja todavía en manos de la Legión Árabe.


La operación más espectacular que se realizó en el Norte durante estos diez días de lucha fue la Operación Dekel, que culminó con la captura de Nazareth. La llevó a cabo un grupo formado por la 7ª Brigada, al mando de Hayim Laskov, y un batallón de la brigada Carmeli con algún apoyo de la Golani. Tras haber tomado varias posiciones árabes situadas entre la costa y las colinas que había al Sudeste de Acre, el grupo atacó con enorme éxito Shefaram el 14 de julio, y prosiguió su avance hacia el Sur, donde tomó Zippori al día siguiente, tras enconada lucha. Las fuerzas árabes en esta región las formaban el Ejército Árabe de Liberación de El Kaukji.

La población de Nazareth comenzó a sentirse presa del pánico cuando la columna judía avanzó sobre la ciudad. Al mismo tiempo, una pequeña unidad de la brigada Golani avanzó hacia Nazareth desde el Valle de Jezrael, lo que hizo creer a El Kaukji que también se hallaba amenazado por un fuerte contingente que se aproximaba desde el Sur.

Tras un fuego intermitente, la ciudad se rindió en la noche del 16 de julio. Se dictaron órdenes para que fuesen respetados todos los lugares sagrados y para que no se obstaculizara en absoluto la vida normal de la población árabe. Los árabes residentes en la ciudad enterados del destino de sus vecinos de Haifa, los cuales habían obedecido al pie de la letra la llamada del Mufti para que lo abandonaran todo, se quedaron. El propio El Kaukji, con la mayor parte de sus fuerzas, logró escapar a las montañas del Norte a través de una brecha que aún no habían podido tapar las tropas de las I.D.F. El resultado de la Operación Dekel fue liberar todo el cinturón de la Baja Galilea, desde la bahía de Haifa hasta el Lago Kinneret.

Más al Norte, la brigada Carmeli, entonces al mando de Mordechai Maklef, inició unas operaciones cuyo objetivo principal era la eliminación del saliente sirio en Mishmar ha-Yarden. La batalla fue intensa durante aquellos diez días; posiciones como Dardara y la Cota 223, cambiaron de manos hasta tres veces. Las batallas terminaron en tablas, y los sirios siguieron en Mishmar ha-Yarden, pero ya no pudieron seguir avanzando, ni siquiera recorrer la corta distancia que les separaba por el Oeste para cortar la carretera de Rosh Pinnah y Metulla, la arteria principal del "dedo" de la Alta Galilea.

Las Fuerzas Aéreas Israelíes, al mando de Aharon Remez, con sus nuevos aviones aunque inferiores en número y calidad a las del enemigo, transportaron refuerzos y realizaron misiones de persecución y bombardeo. Tres fortalezas volantes de la Segunda Guerra Mundial efectuaron ataques aéreos sobre Egipto en ruta a Israel el 14 de junio, bombardearon El Cairo y atacaron de nuevo Rafa y el Arish. También fue bombardeada Damasco. La Armada de Israel, tras haber reparado apresuradamente los cascos de los buques de inmigrantes, bombardeó centros árabes a lo largo de la costa del Carmelo; atacó buques cerca de Gaza y atacó el puerto libanés de Tiro.


De la segunda tregua al fin de la guerra


Las violaciones de la segunda tregua que se inició el 18 de julio a las 7 de la tarde, comenzaron casi desde el primer día. En la zona de Jerusalén, la Legión Árabe intensificó los bombardeos contra la Ciudad Nueva, y durante los meses de julio, agosto, septiembre y octubre, Jerusalén fue blanco de la artillería, de los morteros y de las ametralladoras casi cada noche. (Los ataques cesaron el 30 de noviembre, cuando ambas partes aceptaron un "sincero alto el fuego"). El 12 de agosto, la Legión destruyó los depósitos de bombeo de agua de Latrun, aunque se hallaban bajo control de las Naciones Unidas, pero Israel tendió rápidamente una tubería a lo largo de la "Ruta de Birmania" y pudo así suministrar agua a Jerusalén. En el Norte, el Ejército Árabe de Liberación mantuvo encuentros esporádicos y simples intercambios de disparos con las posiciones judías.

En el Sur, los egipcios no tardaron en violar las condiciones de la tregua y negaron el paso a convoyes judíos a través de la brecha de Hatta-Karatiya, abierta en sus líneas. Se apoderaron de posiciones situadas fuera de los límites que señalaba la tregua y, después, extendieron sus ataques a varias posiciones de las I.D.F, fuerzas que cubrían la brecha. El 15 de octubre, el Ejército de Israel y sus Fuerzas Aéreas volvieron a la ofensiva tras un ataque egipcio a un convoy que se dirigía al Sur y a unas comunicaciones de los kibbutz. Una rápida campaña de siete días abrió la carretera del Negev, quedando ésta libre de tropas egipcias.

Durante este periodo se llevó a cabo la "Operación Yoav", (Operación Diez Plagas). En la reorganización que el Ejército había emprendido durante los meses anteriores a la tregua cuando por primera vez se habían nombrado jerarquías entre jefes y oficiales, el país había sido dividido en cuatro comandancias militares. El mando del frente Sur, a las órdenes del comandante del Palmach, Yigal Allon, era responsable de la "Operación Yoav".

En la noche del 15 de octubre, la aviación israelí bombardeó las bases desde las cuales se habían lanzado los asaltos egipcios, y también atacó el aeródromo de Rafa. Esta acción consiguió mantener libres los cielos de aparatos egipcios, concediendo así la superioridad a las I.D.F., por vez primera. La Armada de Israel también tomó parte en estas batallas del Sur: bombardeó instalaciones enemigas de la costa, impidió que los suministros llegaran a Gaza y Madjal por vía marítima y alcanzó un espectacular triunfo cuando su unidad especial hundió el "Emir Faruk", buque insignia de la Armada egipcia, muy cerca de las costas de Gaza.

En tierra, y con objeto de fijar a las fuerzas egipcias en la faja costera haciéndoles creer que era allí donde se atacaría con mayor ímpetu, las tropas de la Yiftah iniciaron una serie de incursiones y actos de sabotaje contra concentraciones egipcias y comunicaciones (en la faja Norte y Sur de Gaza), entre Rafa y Gaza y entre Gaza y Madjal. Poco después, la brigada Givati y el batallón blindado entraron en acción para romper el frente Madjal-Bet Guvrin. Tras encarnizada lucha, la unidad de tanques no consiguió tomar Iraq al-Manshiya, al Este de Faluja. En la noche siguiente, y puesto que el elemento sorpresa había quedado ya descartado, se decidió concentrar el ataque más violento contra el eje más importante, el cruce de la carretera de Madjal-Faluja con la carretera interior, que era la principal arteria que conducía al Negev.

En la noche del 16, la Givati avanzó hacia el Sur y tomó los altos de Kawkaba, que dominaba la carretera que se extendía de Norte a Sur. Pero la brigada Yiftah fracasó en ocupar las alturas de Al-Huleikat, situadas más al Sur, que también dominaban la carretera. Sin embargo, Huleikat cayó el 20 de octubre, cuando otras unidades lograron conquistar varias posiciones cercanas. La carretera que conducía al Negev se hallaba ya despejada, a pesar de que el fuerte de Iraq Sueidan había resistido un ulterior ataque israelí para conquistarlo.

En aquellos momentos, Gran Bretaña estaba preocupado por el destino de su protegida, la Legión Árabe (fuerza militar de Transjordania), que todavía se hallaba al mando de oficiales británicos y recibía apoyo logístico y de mantenimiento por parte de las tropas británicas estacionadas aún en la zona del Canal de Suez. En consecuencia, fue Gran Bretaña la que influyó sobre el Consejo de Seguridad, impulsada por sus deseos de que el alto el fuego fuese una realidad, mientras que las I.D.F. reconocían que disponían de muy poco tiempo para explotar el éxito de la despejada carretera del Negev. A las cuatro en punto de la madrugada del 21 de octubre, las I.D.F. avanzaron para tomar Berseba.

Mientras algunas unidades ocupaban posiciones al Norte y Sur de la ciudad con objeto de impedir la llegada de refuerzos egipcios, y otra realizaba operaciones de diversión en dirección a Hebrón, las principales fuerzas de las I.D.F. avanzaban sobre la ciudad desde el Oeste. Aunque el comandante de la guarnición egipcia, que ignoraba aún que la carretera había sido abierta más al Sur, fue totalmente sorprendido, se entabló una enconada lucha dentro de la ciudad, pero, a las ocho de la mañana, se izó la bandera blanca en el fuerte, y sobre las nueve y cuarto se completaba la toma de Berseba.

En el transcurso de una noche muy crítica, la Ezyoni, por entonces al mando de Moshe Dayan, trató inútilmente de tomar los altos de Beit Jallah con el fin de impedir que desde allí llegasen más tropas egipcias para rescatar y ayudar a los egipcios del Sur. Se estableció una tregua para las tres de la tarde del 22 de octubre, pero, incluso así, en los días siguientes se registraron nuevos combates.

Atrapada en una bolsa que tenia su centro alrededor de Faluja e incluía a Iraq Sueidan, en el Oeste, y a Iraq al-Manshiya, en el Este, había una brigada egipcia completa formada por 4.000 hombres, al mando de un comandante sudanés, que se negó a rendirse. El 9 de noviembre, la zona de la bolsa de Faluja (así se la llamó después) se redujo al tomar las fuerzas de las I.D.F. el poblado y fuerte de Iraq Sueidan, en una de las numerosas acciones en las que ambas partes procuraron mejorar sus posiciones a pesar de la tregua.
En el Norte, el Ejército Árabe de Liberación, que no se consideraba comprometido en modo alguno por la tregua de las Naciones Unidas, llevó a cabo ataques locales durante los meses que duró el alto el fuego. El 22 de Octubre, pensando que las I.D.F. estarían demasiado ocupadas y preocupadas por las operaciones en el Negev, El Kaukji lanzó un ataque contra el puesto del kibbutz Manarah, situado en el cerro cercano a la frontera libanesa, sobre el valle Huleh. Conquistaron el reducto de Sheij Abbad, rechazaron un contraataque de la unidad local de las I.D.F. y tendieron una emboscada a los refuerzos que se enviaron para ayudar a Manarah. Las protestas de Israel ante las Naciones Unidas no sirvieron de nada. Los árabes conservaron en su poder Sheij Abbad, tomaron más posiciones en aquella cota; cortaron la ruta Manarah-Nebi Yusha y dominaron la carretera Rosh Pinnah-Metullah.

En la noche del 28 de octubre, las I.D.F. iniciaron la "Operación Hiram", no atacando el punto elegido por El Kaukji, sino contra sus principales bases, al objeto de derrotar a sus tropas. La aviación se mostró muy activa: realizó bombardeos y prestó su apoyo al ataque. La acción principal recayó sobre la 7ª Brigada que partió desde Safed y avanzó hacia el Oeste y Noroeste, sobre Sasa, situada en el propio corazón de la Alta Galilea. En menos de 24 horas de duros combates, efectuó un rapidisimo avance a través de las colinas y conquistó Meron (sólo tuvo éxito en el segundo ataque); tomó asimismo, Safsaf y, a continuación, prosiguió su rápido avance hacia el poderoso reducto de Jish. En la noche del día 29, ya estaban los soldados judíos en Sasa. En una acción coordinada, la brigada Oded avanzó hacia el Este a la hora cero desde bases cercanas a Nahariyah, y también realizó progresos hacia Sasa, de manera que el Ejército Árabe de Liberación quedara cercada mediante el empuje de la Oded, por un lado, y el de la 7ª Brigada, por el otro. El pueblo de Tarshiba se mantuvo firme. Sólo se rindió en la mañana del día 30, cuando la brigada Golani había llevado a cabo una serie de acciones de diversión en el Sur, que obligaron a retroceder hacia el Norte al Ejército de Liberación.

La brigada Golani recibió órdenes de aprovechar el éxito conseguido y avanzar sobre Aylabun, que tomó muy pronto, mientras que la 7ª Brigada, situada más al Norte, también aprovechaba su éxito avanzando hacia el Noreste, sobre Malkiyah. La 7ª Brigada tomó Malkiyah por sorpresa, aproximándose desde el Sur. Esto alivió a Manarah de la presión enemiga que la abrumaba, y, acto seguido, la brigada Carmeli, protegiendo el sector oriental para impedir una ofensiva desde Mishmar ha-Yarden, se lanzó al ataque. Penetró en el Líbano y tomó algunos poblados situados cerca de la carretera de Manarah. Algunos de sus destacamentos llegaron al rio Litani. (Israel abandonó los poblados libaneses en el acuerdo de armisticio firmado en marzo de 1949).

Cuando los supervivientes de las fuerzas de El Kaukji advirtieron que les estaban presionando por el Este, el Sur y el Oeste, sobre todo después de la pérdida de sus centros clave en Jish, Sasa y Tarshiya, comenzaron a evacuar la bolsa empleando caminos muy poco conocidos.

El 31 de octubre, cuando se dio la orden de alto el fuego, se retiraron hacia el Líbano. Después de iniciarse la acción, en toda Galilea no quedaba ni un hombre del Ejército Árabe de Liberación.


En el Sur, la tregua fue vulnerada por ambas partes durante los meses de noviembre y diciembre; las violaciones fueron más graves por parte de los árabes, ya que tenían mucho más que ganar tras haber perdido tanto. Atacaron las comunicaciones de las colonias judías, sabotearon las instalaciones de bombeo de agua potable, e intentaron conquistar puestos militares del Negev con el propósito de mejorar sus posiciones. También se negaron a cumplir una orden del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, (que Israel aceptó), para iniciar conversaciones de armisticio, a menos que Israel conviniese en libertar a la cercada brigada de Faluja. Israel prometió hacerlo tan pronto como se iniciaran las conversaciones. Egipto se mantuvo firme en sus exigencias, y sus fuerzas continuaron las actividades de hostigamiento en el Negev.

En consecuencia, Israel decidió poner en marcha la "Operación Horev", destinada a expulsar a los egipcios de las fronteras del país. Las fuerzas que tomaron parte en dicha operación, al mando del frente Sur, estaban formadas por la 8ª Brigada Acorazada, las brigadas Negev, Golani y Alexandroni, además de dos batallones de la brigada Harel. Los egipcios se hallaban atrincherados a lo largo de dos alas principales. La occidental y más fuerte de las dos formaba una especie de horquilla al Norte de Auja al-Hafir, a lo largo del borde del Sinaí, y penetraba en la faja costera por Rafa hasta Gaza, mientras que el otro extremo oriental describía un arco hacia el Noreste, desde Auja, a través de Al-Mushrifa y Bir Asluj, a unos 24 km. al Sur de Berseba. El objetivo primordial de las fuerzas de las I.D.F era la destrucción del ala oriental, con sus reductos fuertemente defendidos en las alturas y a lo largo de la carretera de Berseba-Auja.

Con el propósito de actuar por sorpresa, las I.D.F. decidieron utilizar un antiguo camino romano, muy poco conocido, que servia como atajo directo a través del desierto, por Uadi al-Abyad, desde Berseba a Auja. Este antiguo camino tuvo que ser reparado por los ingenieros para que los vehículos pudiesen rodar sobre él. Sin embargo, no se podía iniciar dicha reparación sin que se perdiese el elemento sorpresa, hasta que la campaña progresara de nuevo. En consecuencia, se decidió iniciar operaciones de diversión, ataques y escaramuzas contra el ala occidental egipcia.

En la tarde del 22 de diciembre, la artillería bombardeó toda la faja costera y, aquella misma noche, las unidades de la brigada Golani entraron en acción para cortar las comunicaciones entre Rafa y Gaza, procurando ocupar las cotas claves. Durante las siguientes 48 horas, las I.D.F. entablaron duros combates, sufrieron muchas bajas ante los violentos contraataques egipcios, pero cumplieron con su tarea de distraer la atención del enemigo del ala oriental.

En la mañana del 22 de diciembre, la 8ª Brigada Acorazada y la brigada Negev se dirigieron a sus puntos de destino desde Al-Jalasa, al Sur de Berseba. La brigada Negev partió hacia el Sur, en dirección a Mushrifa, y tuvo que librar una serie de encarnizados combates para tomar el bien defendido grupo de colinas que rodeaban Bir al-Thamila, cerca de la carretera de Auja-Bir Asluj.

Los egipcios contraatacaron con numerosos contingentes, y una unidad de la brigada Negev perdió la mitad de sus hombres al intentar resistir en una de las cotas clave. Pero pronto se volvió a recuperar, y en la mañana del 26 de diciembre los bastiones principales de los egipcios, entre Auja y Bir Asluj, se hallaban en manos de Israel; Bir Asluj, en el límite Noreste de la línea egipcia, estaba aislada y totalmente indefensa la retaguardia de Auja.
Mientras tanto la Brigada Acorazada lo pasó mal en su avance hacia el Sudoeste a través del camino romano que conducía al Sur; y, a pesar del esforzado trabajo de los ingenieros para hacer que la ruta fuese idónea, se produjeron retrasos. Las principales fuerzas que debían alcanzar Auja al amanecer del 26 de diciembre no llegaron allí hasta últimas horas del mediodía, donde ocuparon posiciones, aunque sin poder lanzar todavía su ataque principal. La ofensiva se produjo en la mañana del día 27, después de haber alzado barricadas al Norte y Oeste de Auja.

El ataque, en el que desempeñó un papel muy importante el batallón de comandos de la Brigada Acorazada, fue rechazado con enorme arrojo. Las tropas terrestres egipcias recibieron apoyo aéreo, los bombardeos egipcios produjeron muchas bajas en las unidades israelíes. Pero Auja cayó a las 8 de la mañana y, en consecuencia, las tropas egipcias comenzaron a evacuar sus reductos en la retaguardia de Auja, siendo perseguidas en todo momento por las unidades israelíes. La brigada Negev completó su tarea de despejar todo el frente de combate, incluyendo Bir Asluj, que fue ocupado poco después del mediodía; acto seguido, las tropas prosiguieron el avance hacia el Oeste, por carretera ya pavimentada, para enlazar con la Brigada Acorazada en Auja, a primeras horas de la tarde. Ya estaba abierta, pues, la carretera de Berseba-Auja y no quedaban tropas egipcias en el suelo de Israel.

A continuación, las I.D.F. continuaron su avance hacia el Oeste y el Noroeste, desde Auja, penetraron en el Sinaí y no dejaron de perseguir a las fuerzas egipcias. En la noche del día 28, la brigada Negev, con la ayuda del batallón de tanques de la Brigada Acorazada, efectuó un ataque contra Abu Ageila, a unos 48 km. al Oeste de la frontera internacional; dominaron así el importante nudo de comunicaciones formado por la carretera que corría hacia el Oeste, en dirección a Ismailia, y la carretera del Noroeste, que partía hacia El Arish.

Finalmente, ocuparon los reductos y, al amanecer, las unidades de la Negev entraron en Abu Ageila. Avanzando hacia el Noroeste los tanques y las unidades de comandos llegaron hasta el aeródromo de El Arish, destruyendo sus instalaciones y capturaron, intacto, un avión Spitfire, para sin detenerse, atacar el puesto de Birh Lahfan, que acabó rindiendose. Pero como no disponían de tropas de apoyo y dado que los tanques necesitaban reparaciones, las unidades regresaron a Abu Ageila, el 30 de diciembre. También el día anterior, una unidad móvil ligera avanzó muy rápidamente hacia el Oeste para atacar la base aérea de Bir al-Hamma, situado a más de 80 km. al Oeste de Abu Ageila. Una vez cumplida su misión, la unidad regresó a la base. El día 30 se dedicó por entero a la conquista de posiciones defensivas egipcias situadas entre Abu Ageila y El Arish, entre Auja y Rafa, y El Kusseima, a unos 32 km. al Sur de Auja.

Sin embargo, por este tiempo, y mientras las formaciones de tropas perseguían al enemigo en pleno Sinaí, ya se estaban ejerciendo fuertes presiones diplomáticas sobre el gobierno israelí. Gran Bretaña incluso amenazó con una intervención militar, de acuerdo con el Tratado Anglo-Egipcio de 1936, a menos que las fuerzas de las I.D.F. se retirasen a límites internacionales. En consecuencia, se dictaron órdenes al mando del frente para que evacuara el Sinaí, el 2 de enero de 1949, pero que no obstante, continuase operando dentro de los límites de la Palestina del Mandato.

Durante los días siguientes se luchó enconadamente y se luchó a la vez, con serias tormentas de arena en la zona de Rafa. Tomaron parte en estos combates las brigadas Golani, Harel y Negev apoyadas por la 7ª Brigada Acorazada. Varios puestos de Rafa, cambiaron de manos unas cuantas veces. Cuando el enemigo se retiró a la costa, las I.D.F. se prepararon para atacar Rafa, pero no pudieron hacerlo debido a la orden de alto el fuego que entró en vigor a mediodía del 7 de enero. Aquel día, cinco cazas británicos pasaron en vuelo rasante sobre las posiciones de Israel y, acto seguido, fueron derribados por aviones judíos. Más tarde se supo que los aviones británicos realizaban vuelos de reconocimiento y que habían sido confundidos con los cazas egipcios que a diario habían atacado a las columnas judías. Esta acción despertó la cólera del parlamento británico, donde se criticó muy duramente al gobierno (particularmente por parte de Winston Churchill, por entonces jefe de la oposición), por haber enviado aviones a la zona de guerra, lo que daba al asunto el aspecto de una intervención en el conflicto.

La brigada Alexandroni había sido encargada de contener y, luego rendir a la brigada egipcia atrapada en la bolsa de Faluja. Atacó a Iraq al-Manshiya, en la noche del 27 de diciembre, y libró una dura batalla. Pero los defensores, que se hallaban bajo mando sudanés, mostraron una feroz resistencia y realizaron decididos contraataques cuando perdían alguna posición. Los israelíes se retiraron. La brigada de Faluja pudo ser liberada por el armisticio egipcio-israelí de Rodas, el 24 de febrero; cuando partió, la brigada fue saludada por sus adversarios israelíes en reconocimiento a su valor.

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