INFLUENCIA DEL MUNDO PAGANO EN EL ORIGEN DEL CRISTIANISMO
por Paya Frank
Introducción:
Durante los tres primeros siglos de
nuestra era, la Iglesia ,
tal y como nos aparece en las cartas de Pablo, estaba formada por pequeñas
iglesias, familiares y locales. Éstas seguían y cumplían el Evangelio de Cristo
y por supuesto, la Ley
de Dios. De forma progresiva, las primitivas iglesias fueron haciéndose cada
vez mas grandes y numerosas y por consiguiente surge el problema de su
organización. Comienzan a adquirir los obispos un papel mucho más
institucional, del cual la propia Palabra de Dios no nos dice nada, y así
entramos en el proceso de desviación o "apostasía". Se mantienen
reuniones o "concilios" para discutir sobre las cuestiones que
afectan a la Fe y
es aquí donde comienzan las importantes desviaciones del Evangelio.
Una de las principales se refiere a
la permisividad general, por parte de la organización de aquel entonces, del
uso de imágenes y ritos paganos, eso si cristianizados, para así acercar a las
masas religiosas gentiles, a las que les había llegado el mensaje de salvación
de Cristo, pero que bajo ningún concepto querían abandonar su idolatría (cultos
y ritos), es decir, su propia cultura.
INFLUENCIA DEL MUNDO
PAGANO EN EL ORIGEN DEL CRISTIANISMO
Poco después de la muerte y
resurrección de Jesucristo, en el proceso de expansión de su Doctrina, a partir
del año 80 aproximadamente, las religiones y creencias primitivas de los
pueblos que iban aceptando los preceptos cristianos, empiezan a ser integradas
en la nueva religión. Veremos cómo se produce este proceso.
1. RITUALES CATÓLICOS: ¿CRISTIANOS O PAGANOS?
En este artículo, amigo lector,
quiero hacerte llegar mi sensación de sorpresa, al estudiar sobre este tema y
comprender que la mayoría de las fiestas, llamadas cristianas, tienen un
trasfondo pagano y por lo tanto sin justificación bíblica.
Tras la muerte y resurrección de
nuestro Señor Jesucristo, los cristianos, de tradición judaica, solamente
celebraban la
Resurrección y Pentecostés, como nos queda reflejado en la
propia Palabra de Dios: "Porque Pablo se había propuesto pasar adelante de Efeso, por
no detenerse en Asia: porque se apresuraba por hacer el día de Pentecostés, si
le fuese posible, en Jerusalén" (Hechos 20.16), "Empero estaré en
Efeso hasta Pentecostés" (1ª Corintios 16.8). Fue más adelante,
a partir del siglo tercero de nuestra era, cuando se empiezan a conmemorar
fiestas, que ahora todos conocemos.
En general, el cristianismo de
entonces quiso asimilar, no en el fondo, pero si en la forma, las antiguas
conmemoraciones paganas, incorporándolas a sus ritos, pero no se dieron cuenta
de que eso era imposible y que de se alejaban de la voluntad de Dios que quiere
que su pueblo no se contamine con los rituales del mundo. Por mucho que se
cambien los nombres de las deidades paganas por nombres de "santos",
"Virgen" o el propio "Señor", el trasfondo seguía siendo el
mismo, como veremos a continuación.
Voy a analizar, muy por encima, algunas de las fiestas
centrales del catolicismo:
·
LA NAVIDAD Y EPIFANÍA
Hasta el siglo IV de nuestra era no
se comenzó a celebrar el nacimiento de Jesucristo, pero sin concretar, por la
tradición una fecha fija. Así, hubo dos fechas: 25 de diciembre y 6 de enero.
La primera es la que se instituyó en el Imperio Romano de Occidente, mientras
que la segunda lo fue en el de Oriente. Ahora bien, estas fechas no tienen una
certeza cronológica con la verdadera fecha de nacimiento de Jesucristo, pero si
tienen una coincidencia con las festividades paganas, de las religiones
clásicas, tanto romanas como helenísticas (incluida la egipcia).
Vamos a analizarlas por separado:
·
25 de diciembre: Era conocida en el impero occidental como las fiestas del solsticio
de invierno, por lo tanto un culto pagano. En él se celebraba el término del
acortamiento de las noches y el triunfo del "dios sol", con el
alargamiento del día. Fue entre los años 324-325 D. C. cuando se decidió su
institución como fiesta cristiana, pasando de conmemorar la llegada del
invierno al nacimiento del Salvador.
Otra importante fiesta coincidía en
tiempo y era la celebración del nacimiento de Horus, o la resurrección de
Osiris, nacido de una virgen (Isis) y que seguía siendo virgen después del
alumbramiento, pero esto es objeto de otro artículo.
·
6 de enero:
Era la fecha de conmemoración de la "fiesta de la Luz "; en esta fiesta se
celebraba el nacimiento del Sol, así en Alejandría, la noche del 5 al 6 de
enero se recordaba el nacimiento del Tiempo, Aion, con una procesión de
antorchas hasta el templo de Korion. En la procesión se entonaba el siguiente
canto "La virgen ha dado a luz, la luz aumenta, la Virgen ha dado a la Luz , el Aion". Este culto
pasa a la cultura griega y es ritualizado en toda el imperio heleno.
En cuanto a su cristianización, en
el imperio de Oriente, como en la actualidad en la religión ortodoxa griega, se
celebra el nacimiento de Jesús, mientras que en Occidente se instituye la Epifanía o fiesta de
visitación de los Reyes de Oriente.
·
SEMANA SANTA
Como en las fiestas de la Navidad , su conmemoración
comienza en el siglo IV D. C. y como en ésta también tiene su base en una
celebración pagana; el culto al dios Atis, celebrándose su muerte y su
posterior resurrección.
Nuestro Señor Jesucristo no nos
manda recordar su muerte y resurrección de forma especial en una fecha
determinada, sino conmemorarlo siempre que tomemos la Santa Cena
·
PASCUA DE RESURRECCIÓN
La fiesta de la Pascua se celebra siempre
el primer domingo siguiente a la primera luna llena de primavera, por eso su
carácter cambiante. Bien, esta fiesta es similar a otra egipcia que se
celebraba el mismo día, para conmemorar la entrada de Osiris en la Luna.
·
FESTIVIDAD DEL 15 DE AGOSTO
Para el catolicismo en este día se
celebra la ascensión de María al cielo. Este hecho, como la mayoría de los que
estamos analizando aquí, carece de base bíblica, pues es una tradición que
hasta el año 1950 no ha sido objeto de dogma de Fe.
Como en todas las festividades
analizadas tiene una coincidencia pagana; a mediados de agosto se celebraba en
la antigua Grecia y en Roma, el culto a Hécate - Artemisa - Diana, "diosa
de la Luna y
Reina del Cielo", con objeto de evitar que enviara las tormentas que tan
dañinas son para las cosechas en estas fechas.
·
LAS FIESTAS LOCALES
En todas las localidades, ya sean
europeas como americanas, tenemos fiestas locales siempre celebradas en nombre
de una advocación mariana o de un santo, patrón de dicha localidad. Esta
tradición de nuevo tiene su trasfondo pagano, puesto que antes de la entrada de
la fe cristiana como religión oficial, las localidades tenían una deidad
"patrona" que les infundiera protección y por supuesto, tenían sus
fiestas conmemorativas. Así, como las mayoría de las festividades fue
cristianizada eliminado la supuesta protección de una deidad pagana, pasando su
supuesta protección a un santo o a la mismísima María, en alguna de sus
numerosas advocaciones.
·
TODOS LOS SANTOS Y DIFUNTOS
La víspera del 1 de noviembre
coincidía con una festividad, pagana, celta, la del "Samhein", fiesta que marcaba el final del verano y de las
cosechas, para pasar a los días de frío y de oscuridad. En esa noche se creía
que el dios de la muerte hacía volver a los muertos, permitiendo comunicarse
así con sus antepasados. También esta práctica era habitual en el pueblo
romano, pues el 21 de febrero celebraban la fiesta de "Feralia" ayudando con sus oraciones
a la paz y el descanso de sus difuntos.
En la tradición católica esta
festividad se inicia cuando el "Papa" Bonifacio IV, el 13 de Mayo del
609 o 610, consagró el "Panteón de Agripa" al culto de la "Virgen
y los mártires", comenzando así una fiesta para conmemorar a esos santos
anónimos, desconocidos por la mayoría de la cristiandad, pero que por su fe y
obras, son dignos de reconocimiento por toda la humanidad.
Es el Papa Gregorio
III (731-741) el que cambia la fecha del 13 de mayo a la del 1º de noviembre.
El porqué ya lo conocemos, asegurarse así la conversión, a cualquier precio, de
estos pueblos, adoptando así prácticas paganas.
Como habrás podido leer,
existen razones para claras para desechar tales festividades, puesto que
ninguna de ellas tiene base en la
Palabra de Dios y por lo tanto, estamos ante ritos paganos,
eso si cristianizados, pero sin sentimiento espiritual cristiano.
Creo que lo que
quiere el Señor es que celebremos, si a ti te ha sucedido, cada uno su
Pentecostés, es decir, su nacimiento de nuevo y dar gracias, a diario, por este
gran advenimiento, pues Cristo mora en nosotros a través de su Espíritu.
2. LA INFLUENCIA PAGANA EN LA
TRADICIÓN CATÓLICA
En
este artículo quiero reflexionar sobre las grandes influencias que ha tenido la
tradición religiosa pagana (babilónica, egipcia, griega y romana, entre otras)
en la mayoría de los ritos, imágenes y símbolos de la religión católica.
La propia Palabra de Dios, como he
desarrollado en varios de los artículos que tengo publicados en esta Web, no
faculta, sino que prohibe, a todo cristiano el uso, ni siquiera para adorar a
Dios, de imágenes, tal y como así nos lo expresa el propio Dios Padre, en los
diez mandamientos (Deuteronomio 5).
¿Entonces, por qué han sido usadas
por la tradición católica?, ¿por qué se han atrevido a cambiar la propia Ley
divina?, ¿en verdad nos acercan a Dios?. Son preguntas a las que intentaré dar
una respuesta.
Iconografía y
símbolos católicos
Ningún católico puede negar la
importancia de los escritos del Antiguo Pacto, o sea, el Antiguo Testamento,
puesto que debemos entender que está completamente vigente, eso si, comprendido
con la Luz del
Nuevo Pacto, o sea, con el Espíritu Santo que mora en las personas que siguen
el Evangelio de Cristo.
Partiendo de la premisa que nadie
puede quebrantar ni cambiar los mandamientos (Mateo 5.17-20) y que toda la
escritura está inspirada por Dios (2ª Timoteo 3.16), tenemos que empezar a
preguntarnos de dónde aparece la autorización para que se pueda representar a
Nuestro Señor Jesucristo, a María, la madre del Señor, o a los llamados
"santos" y mártires del cristianismo.
Si no eres un gran lector de la Palabra de Dios, es decir,
de la Biblia ,
o no conoces bien las Escrituras, podrás pensar que en algún lugar del Nuevo
Testamento aparecerá la autorización para que el Segundo Mandamiento (es decir,
el que prohibe realizar y adorar imágenes de lo que está en los cielos...
Deuteronomio 5.2) se acomode al decálogo de la religión católica. Pues bien
amigo/a, esto no se produce. Por lo tanto, el cambio se debió producir por una
persona, llámese "Papa" u "Obispos", que por mucha
autoridad en cuestiones de Fe que se les pueda adjudicar, no tienen ninguna
base divina para realizarlo.
Yo, personalmente, no me atrevo a
contradecir a nuestro Padre, es decir, a Dios "y no llaméis padre vuestro a nadie en la
tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos"
(Mateo 23.9) y por mucho que alguien de este mundo me pueda justificar este cambio,
no puedo seguirle, pues iría en contra del Evangelio de Cristo, que en ningún
momento invalida los mandamientos.
Entonces, si los primeros
cristianos, tal y como Pablo nos relata en sus cartas, seguían el Evangelio de
Cristo y eran respetuosos con la
Ley de Dios, ¿cuándo llegó el momento de la desviación?. Es
fácil la respuesta; por la tradición
religiosa pagana.
En el transcurrir de los primeros
siglos de nuestra era, el Evangelio de Cristo fue predicado por todo el
Mediterráneo. En estos pueblos, receptores de la Palabra , chocaba de una
forma frontal el que se les hablara de un solo Dios y mucho más que ese mismo
Dios hubiese venido a este mundo, de una forma tan humilde, para dar su vida en
sacrificio por nuestros pecados. Ellos creían en infinitos dioses y asimilaban
en sus culturas a los dioses de los pueblos a los que conquistaban e, incluso,
tenían un pedestal sin imagen para el Dios desconocido, tal y como nos relata
Pablo en su viaje a Atenas "Porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también
un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Aquél pues,
que vosotros honráis sin conocerle, a éste os anuncio yo"
(Hechos 17.23).
Por su propia cultura creían que
tener un solo Dios era símbolo de pobreza, así que las diferencias eran muchas,
pero no insalvables para el Evangelio, para los que se entregaron a Cristo en
cuerpo y alma. Sin embargo, conforme transcurre el tiempo, la Iglesia va siendo cada vez
más numerosa e incluso llega a convertirse gente poderosa dentro de las
instituciones del Imperio, es decir, va teniendo cada vez más
"prestigio", ya deja incluso de ser perseguida y con la llegada de
Constantino es legalizada; deja de ser una Iglesia de Catacumbas para pasar a
ser una "religión" con poder, que intenta dejar sin prosélitos a las
otras religiones, es decir, las paganas, hasta llegar a ser consideradas éstas
últimas ilegales y, la cristiana, pasar a ser la religión oficial del Imperio
Romano. En este camino, que he tratado con tanta rapidez, pero de todos conocido,
es donde se produce el hecho, el cual es objeto de este artículo; la
desviación del Evangelio de Cristo.
La religión oficial del Imperio,
tal y como he apuntado, era politeísta e idólatra. Sus templos estaban repletos
de imágenes, a las cuales se las adoraba y se les ofrecían sacrificios y
ofrendas. El origen de estos dioses era dispar; la mayoría procedía de la
cultura helenística y a su vez ésta los adoptó de las culturas babilónica y
egipcia. Roma lo que hacía era "latinizar" su nombre, así por ejemplo
El Dios supremo de la mitología Romana era Júpiter, el cual era conocido en
Grecia como Zeus, pero respetaba toda su doctrina y culto.
¿Cómo pudo influir esta religión
pagana en el cristianismo de entonces, si las diferencias eran tan claras?. La
respuesta tiene que ver con la idolatría; la cultura religiosa se basaba
en el culto a las imágenes. Cuando a un pagano o gentil se le hablaba de
Nuestro Señor, esta persona lo asociaba en un principio como a un dios más,
pero tras una verdadera predicación, esa persona comprendía el verdadero
sacrificio que Él hizo por su pueblo, y por lo tanto empezaba a conocer la Palabra. Pero cuando
el predicador le hablaba de que debía dejar sus ídolos, esta persona decía que
NO. El problema estaba en que este Nuevo Dios, el Dios verdadero, no tenía ni
nombre ni imagen y por lo tanto, su base doctrinal era la Fe , el creer sin ver. La
cultura pagana estaba basada en el respeto a los demás dioses, en las imágenes,
en las fiestas, todo ello estaba enraizado en la sociedad imperial. No digo que
no existieran cristianos verdaderos que se entregaran a Cristo en Espíritu y en
verdad, todo lo contrario. Hablo del sentir general de la sociedad.
El problema de aquel entonces es
bastante grande, puesto que por ese camino siempre seguirían siendo una Iglesia
perseguida y proscrita. La solución la encontraron algunos hombres, que,
llamándose cristianos, pensaron en algo que la misma Roma hizo en materia
religiosa: respetar sus imágenes, eso si, convirtiéndolas en símbolos
cristianos. Pero, esto iba en contra de la propia palabra de Dios,
existía un mandamiento que lo prohibía. Solución: quitarlo y problema resuelto.
Pero, ¿cómo mantener los ídolos
paganos?, ¿existían coincidencias doctrinales que permitiesen el cambio
de nombre?. La respuesta, sorprendentemente, es que SI.
Proceso de
transformación de ídolo pagano en imagen católica
Como he avanzado, resultaba que, en verdad, existían
coincidencias doctrinales entre las creencias paganas y las cristianas. Estas
coincidencias no eran totales, como te habrás podido imaginar. Así encontramos
ciertos paralelismos, entre Cristo, María y Jehová, y ciertos dioses y diosas
de la mitología griega, babilónica y egipcias principalmente, todas ellas
adoptadas por una religión clásica que era la que dominaba el ámbito religioso
del Imperio.
Comenzaré a analizar estas semejanzas y su proceso de
aceptación en una naciente religión, la católica, que tal y como ahora ocurre,
tiene en el ecumenismo su vía hacia un futuro en franca expansión.
María, la madre de nuestro Señor,
tiene una gran importancia dentro de la simbología católica. Ella es conocida
por múltiples acepciones, fruto de las distintas funciones que para los
católicos tiene.
Vamos a
analizar alguna de ellas y su paralelismo con las figuras paganas de la
antigüedad:
Como de todos es sabido, uno de los innumerables títulos
que la iglesia católica le concede a María, es el de Reina del Cielo.
¿Cómo se le concede este título?.
María, según reza uno de los principales Dogmas de Fe del catolicismo, fue
ascendida a los cielos y una vez allí, por la importancia de su misión, es
decir, la de ser la escogida para engendrar al Salvador, se le otorgó el título
de "Reina del Cielo".
Todo lo anterior no tiene una base
bíblica y es de reciente instauración (desde 1950). Por lo tanto, es la propia tradición
popular, sin tener en cuenta la
Palabra de Dios, la que otorga ese premio y una vez en el
cielo, la posibilidad de co-reinar con nuestro Señor Jesucristo.
Como solamente se ha tomado en
cuenta la tradición y no la
Palabra , debemos comprobar lo que ésta nos dice sobre la
"Reina del Cielo": Es en el libro de Jeremías, en concreto en el Cap.
7, Vers. 17-19, donde encontramos este título: "¿No ves lo que estos hacen en las ciudades de
Judá y en las calles de Jerusalén? Los hijos cogen la leña, y los padres
encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina
del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, por provocarme a ira. ¿Me
provocarán ellos a ira, dice Jehová, y no más bien obran ellos mismos para
confusión de sus rostros?". Pues bien, esta "Reina del
Cielo" viene referida a la diosa Astoret
o Astarté, que era venerada
por el pueblo Fenicio (cananeos y sidonios). Como vemos el mismo pueblo judío
cae en sus ritos y cultos, apartándose del Dios verdadero. También le ocurre lo
mismo a Salomón, el más sabio entre los hombres, pero que en su ancianidad cae
en el culto a los ídolos: "Porque Salomón siguió a Astarté, diosa de los Sidonios, y a
Milcom, abominación de los Ammonitas" (1ª Reyes 11.5).
¿Quién es esta diosa?, ¿de donde procede?, ¿cuál era su
doctrina?:
Para responder a estas preguntas
nos tenemos que adentrar un poco en la cultura fenicia; las tradiciones
religiosas fenicias estaban influenciadas en gran manera por la cultura
babilónica, que en su expansión influenció en los pueblos invadidos. Así
entonces, debemos remontarnos a esta cultura, una de las más antiguas de la
humanidad. Su origen, según el Génesis 10.8-10, parte de Nimrod, un luchador rebelde a Jehová. Es aquí donde comienza el
mito: Nimrod fue asesinado y para
cumplir su venganza, su esposa, Semíramis,
engendró de forma sobrenatural un hijo, que según la tradición, era la
resurrección de Nimrod, el cual se
llamó Tammuz. Pero existe un aspecto
todavía más importante y es que una vez que Semíramis
dio a luz a su hijo, ella continuó siendo virgen. Con el transcurso del tiempo,
Semíramis se convirtió en Diosa y
recibió el título de "Reina del Cielo".
En Fenicia continúa este mito, pues
el padre, conocido por el "Dios Sol", es Baal e incluso en su mitología aparece el hijo, llamado Baal-Tammuz. En las Escrituras aparecen
continuas referencias al culto a los baales,
como desviación del camino mostrado por Dios a Israel, centrado en el
cumplimiento de la Ley
(mandamientos).
Pero la influencia babilónica no
sólo se centró en Fenicia, sino que también tuvo su importancia en otra de las
grandes culturas de la antigüedad como es la egipcia; El mito de la
virgen, madre del vengador, es decir, del "Justo", pues vino a hacer
justicia contra el maligno, recae en Isis.
Su mito es parecido; Osiris, su
esposo, es asesinado por Tifón, dios
maligno. Ella encuentra su cuerpo, pero Tifón
lo dispersa por todo Egipto. Para cumplir su venganza, engendra un hijo, Horus, de forma sobrenatural, pues su
padre es Ra, el "Dios Sol".
Horus es la reencarnación de Osiris y su destino es hacer justicia,
matando al maligno.
Como
podemos ver, su doctrina es muy similar, por no decir idéntica a la babilónica
y es su mito el que va a permanecer e influir con más fuerza en la cultura
romana, no como deidad absorbida, sino como culto independiente y enraizado en
la sociedad clásica. Así en el año 80
A .C. se funda, en la colina Vaticana, justo en el lugar
donde se ubicará la basílica de San Pedro, el templo de Isis.
Sus
creencias encajaron en la sociedad clásica y junto con la griega Artemisa y la romana Diana (diosa luna), con un ámbito
doctrinal parecido, fueron adoradas por multitud de fieles. Hay que resaltar que
fue su culto, por Justiniano en el año 535 D.C., el último abolido de la
religión pagana.
En la
faceta de "Reina del Cielo" se la representaba posada en una luna
creciente con 12 estrellas, en forma de corona, sobre su cabeza. Esta es una de
las formas habituales de representar a la "Virgen María" como
"Reina del Cielo".
A María no se le puede negar, bajo ningún concepto, que fue
la madre de Nuestro Señor Jesucristo y por lo tanto del Verbo hecho hombre.
Esta aseveración no justifica el que se quiera endiosar a María, ofreciéndole
el mismo tratamiento que al propio Padre, Dios. La misión de María es la más
importante que se le puede ofrecer a un ser humano; puesto que dar la
posibilidad de engendrar a Dios hecho hombre, es para un creyente, la máxima
bendición posible en este mundo. Pero su misión quedó ahí, pues en ninguna
parte de las escrituras María ejerce un papel determinante o influyente en
nuestro Señor.
¿Entonces, por qué la asimilamos a
Dios?, ¿merece nuestra adoración?
Es una respuesta que debes meditar, eso si, basándote en
las Escrituras, puesto que si lo haces basándote en la tradición católica,
encontrarás, de nuevo, similitudes con las doctrinas paganas.
Así, como ya hemos visto en el
esbozo doctrinal que he incluido, las diosas Semíramis - Astarté - Isis... tienen en común que son las madres de
un hijo, engendrado de forma sobrenatural (Tammuz
- Baal-Tammuz - Horus...), permaneciendo vírgenes después de su
alumbramiento.
Estas
doctrinas influyeron en Grecia y Roma adoptando sus creencias y pasando a
denominarse Afrodita - Venus y sus
hijos Eros - Cupido. Pero, sobre
todo, era el culto a Isis el que
tenía una importante atracción para la cultura religiosa romana, que la
representaba con su hijo Horus en su
regazo.
A continuación incluyo dos
fotografías, en las cuales podemos ver las notables similitudes (salvando
las grandes diferencias doctrinales) que existen entre las dos figuras: la
pagana y la católica.
Las
dos, como ves, se tocan un pecho, que simboliza la fertilidad, puesto que Isis
era conocida, en uno de sus múltiples nombres, como diosa de la fertilidad.
En esta última acepción es conocida
con el nombre de Asera, diosa cananea
de la fertilidad. Aparece representada junto a un árbol, como sucede con las
numerosas apariciones de la "Virgen". El culto a esta diosa estaba
tan extendido que el mismo pueblo de Israel cae en esta idolatría: "Jehová sacudirá a
Israel al modo que la caña se agita en las aguas; y él arrancará a Israel de
esta buena tierra que había dado a sus padres, y los esparcirá más allá del
Eufrates, por cuanto han hecho sus imágenes de Asera, enojando a Jehová"
(1ª de Reyes 14.15)
En el proceso de cristianización de
la sociedad romana, existen numerosas crónicas que nos hablan de cómo el pueblo
romano, ya cristianizado, no abandonaba el culto a la "Madre de
Dios", Isis, y lejos de quebrar
sus imágenes lo que hacía era cambiarles simplemente de nombre.
Esta idolatría tenía otra
coincidencia importante con la sociedad católica actual y es el vestir a las
imágenes; en la antigua Egipto, las imágenes de la diosa Isis eran vestidas con lujosas vestiduras y ostentosas joyas.
Incluso había personas dedicadas en exclusividad a estos menesteres. No tienes
nada más que acercarte a cualquier iglesia católica de tu localidad y ver a
cualquier "Virgen", cómo está vestida y enjoyada, e incluso perduran
las llamadas "camareras" que son las encargadas de vestir a las
imágenes.
Retomando el tema de la fertilidad
tengo que hablar de Éfeso; en esta ciudad existía el mayor templo de la
antigüedad, el dedicado a Artemisa -
Diana, una de las siete maravillas del mundo antiguo. Artemisa tenía en esta ciudad el centro de su adoración. En esta
diosa confluyen también las mismas bases doctrinales que hemos visto con Astarté, "Reina del Cielo". En
Hechos 19.23-40 se relata la visita de Pablo a Éfeso, y el alboroto que se
formó cuando oyeron a Pablo predicar el Evangelio de Cristo, puesto que hablaba
de un solo Dios y prohibía las imágenes, tal y como la propia ley de Dios nos
manda. En este punto, los artesanos, que hacían imágenes de la diosa Artemisa,
se enfrentaron a Pablo y sus seguidores, para evitar que se fuera al traste su
negocio y su cultura, dando vivas a la diosa. Esto aclara bastante el
sentimiento que la sociedad pagana tenía a sus dioses, pero en particular a la
"Reina del Cielo - Madre de Dios".
Paradójicamente, fue en Éfeso, en
el año 431 D.C., cuando se celebró un concilio en el que se instituyó, como
dogma de Fe, el papel de María como "Madre de Dios". El título que se
le establece es el de "theotókos", que precisamente es el que
disfrutaba la diosa Artemisa e Isis, pero con la diferencia de que eran
la "Madre de los dioses". Aquí, se cristianiza el término asimilando
doctrinalmente las figuras. Otra coincidencia, que viene al caso, es que la
tradición católica sitúa los últimos años de vida de María en Éfeso.
Pero no todo fue un camino de rosas
para la asimilación. Existieron voces contrarias, como la del condenado
Nestorio, Patriarca de Costantinopla, que en el concilio de Éfeso dijo: "si vosotros llamáis a María, Madre de Dios, hacéis de
ella una diosa"; Clemente de Alejandría, en el 200 D.C. dice "toda imagen o estatua debe llamarse ídolo porque no es
otra cosa que materia vil y profana, y por eso Dios, para quitar de raíz la
idolatría, ha prohibido en su culto cualquier imagen o semejanza de las cosas
que están en el cielo o en la tierra, prohibiendo igualmente su fabricación; y
es por esto que nosotros los cristianos no tenemos ninguna de aquellas representaciones
materiales"; San Cipriano "¿Para que
postrarse delante de las imágenes?. Eleva tus ojos al cielo y tu corazón; allí
es donde debes buscar a Dios". Son varios ejemplos de los llamados
"Padres de la Iglesia "
que prohiben el uso de dichos medios para acercarnos a Dios.
En el catecismo de la religión
católica se le otorgan a María los títulos de "abogada, auxiliadora,
socorro y mediadora". Es por ello que a los fieles se les enseña a rezar
fervientemente a la "Virgen" dándoles la seguridad de que ella
llevará sus oraciones ante el Padre. Por supuesto, en la Palabra de Dios nunca se
le atribuye a María ese papel que es ocupado, en exclusividad, por Jesucristo,
quien con su muerte y resurrección se convierte en el único mediador entre los
hombres y Dios; "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre" (1ª Timoteo 2.5).
¿De dónde surge pues, la tradición de María como
intercesora nuestra?.
Uno de los pasajes más conocidos
del nuevo testamento es el llamado de "las bodas de Caná" que
encontramos en el Evangelio de Juan, capítulo 2. María se da cuenta de que los
novios no han previsto la cantidad suficiente de vino para sus invitados y pide
a su Hijo que solucione el problema, pero Él le contesta que no ha llegado
todavía su tiempo. María acepta la voluntad de su Hijo y ya no actúa más, es
más, le dice a los criados que están sirviendo las mesas que hagan lo que Él,
su Hijo, ordene, y no le pidan nada a ella, puesto que ella no tiene poder para
mediar ante Dios Padre como hemos leído antes. La religión católica se basa en
este pasaje para asegurar que María intercede ante el Hijo, sin reparar en que
esto ocurre cuando Cristo estaba en la tierra, al igual que María y los
apóstoles. Sin embargo, una vez que Cristo cumple su misión, muriendo y
resucitando, para perdón de nuestros pecados, permanece junto al Padre y como
único mediador entre los hombres y el Padre.
Entonces, debe existir otra base
para darle esta función a María y de nuevo, nos tenemos que ir a la tradición
pagana. Fue en Babilonia, cuna de las religiones paganas, donde se veneraba a
la diosa Semíramis, la cual era
invocada por los fieles en una actitud mediadora ante su esposo muerto, Nimrod, que era considerado el Dios
supremo. El título que ostentaba esta diosa era el de "Mylitta", es decir, mediadora.
Tal y como he explicado con
anterioridad, en igual manera que cambian la Palabra de Dios adjudicándole a María
atribuciones de diosas paganas, también hacen lo mismo con el propio
Jesucristo.
Como hemos
observado antes en la fotografía de Isis,
Horus, su hijo, es representado como
un bebé dependiente de su madre. De igual manera, hay miles de imágenes de
Jesús, niño, desvalido y protegido por María. Estas imágenes contribuyen a
crear en la mente del creyente la falsa idea de que es María la poderosa y que
su hijo depende, espiritualmente, no del Padre, sino de ella.
¿Pero existen comparaciones doctrinales entre Horus y Cristo, que faciliten su
asimilación?
SI, pues Horus es engendrado de forma sobrenatural por Ra, dios supremo, nació de una Virgen, tuvo 12 discípulos, fue
muerto y resucitado, realizó milagros, como resucitar muertos, se le conocía
como el "Ungido" y como el "Buen Pastor"...
¿Existen otras atribuciones de Horus que se le hayan agregado a Jesús y
que, por supuesto, no tengan base en la Palabra de Dios?
La respuesta es que SI; Nació un 25
de diciembre, sus festividades fueron asumidas por el cristianismo que en la
actualidad son celebradas en honor de Cristo (Pasión y Muerte, Pascua de
Resurrección, 1 de Enero y la
Navidad ). Horus
quiso que su madre siguiera siendo virgen después de su alumbramiento y ya he
hablado suficientemente de la doctrina católica respecto a la virginidad de
María después del nacimiento de Cristo.
Respecto a las otras
representaciones que se hacen de Cristo, tenemos que recordar que van en contra
del segundo mandamiento de la Ley
de Dios. Alguna, como la del "Buen Pastor", es recogida de la
mitología clásica, pues el dios Mocósforo
era representado con una oveja sobre sus hombros.
En cuanto al crucifijo, más
adelante afrontaré su significado.
·
REPRESENTACIÓN GRÁFICA DEL PADRE
Los amantes de las imágenes no han
tenido suficiente con representar a María y a Jesús, sino que han hecho lo
mismo con Dios Padre, sin importarles que Jesús nos explique que nadie ha visto
a Dios y que el que cree en Él ya conoce al Padre y es conocido por Él: "Y el que me envió,
el Padre, él ha dado testimonio de mí. Ni nunca habéis oído su voz, ni habéis
visto su parecer" (Juan 5.37), "No que alguno haya visto al Padre, sino aquel
que vino de Dios, éste ha visto al Padre" (Juan 6.46).
La imagen más común que el
catolicismo ha escogido para representar al Padre es la del
"Pantocrator". Esta imagen nos hace pensar en un Dios hierático,
distante, frío y vengador, cuando el Padre es Misericordioso y Amoroso con todo
aquel que hace su voluntad. Por supuesto, los dirigentes católicos sacaron esta
imagen de la tradición pagana, en este caso las asimilaciones eran claras; Ra -
Zeus - Júpiter, los dioses supremos de Egipto, Grecia y Roma, que eran
representados de una manera similar.
Siendo Satanás un ángel desviado,
es espíritu, carente de cuerpo humano. Aunque no se suele representar en
pinturas ni esculturas, sin embargo, se nos ha formado una imagen en nuestra
mente de un ser físico, horrible, medio hombre medio animal, vestido de rojo,
que representa el fuego eterno y con un tridente, que utiliza para martirizar a
los pecadores. Esta figura de nuevo tenemos que irnos a la mitología clásica
para encontrar su antecedente en el "dios Pan" Itifálico - Cernunnos,
llamado así en Grecia y Roma respectivamente. Este dios tenía el cuerpo
velludo, patas de cabra y en su cabeza una cornamenta de macho cabrío. Como
verás existen bastantes similitudes con la imagen que se nos ha impreso de
Satanás.
En las excavaciones arqueológicas
desarrolladas en África, Asia, América y Europa, se han encontrado numerosos
restos de cruces, algunas de las cuales datan de más de siete mil años de
antigüedad. De hecho, la cruz, como veremos, ha sido un símbolo religioso desde
su origen hasta nuestros días.
En las religiones de denominación
cristiana, católica y ortodoxa, el culto y veneración de la "Cruz"
está instituido como símbolo del sacrificio de Nuestro Señor. Las iglesias
protestantes, aunque no hacen la hacen objeto de adoración, la usan en sus
templos. En general, es el símbolo cristiano por excelencia. Sin embargo, su
origen es claramente pagano e idólatra.
Tanto en Babilonia como en Egipto
se veneraba al dios Tammuz - Horus. Su símbolo místico era una
"T", inicial de Tammuz, con
el travesaño un poco bajo, es decir, una cruz. En los monumentos y templos
egipcios, se ven representaciones de reyes y dioses portando cruces en sus
manos. A veces, la "T" iba debajo de un círculo o redondel, es lo que
se conoce como "Cruz egipcia" o "Cruz de Tau". Este culto
se difunde en el mundo helenístico, donde la cruz adquiere otras formas tales
como la "Cruz Griega", es decir, la que tiene todos sus lados iguales
o la "Cruz Latina", con el travesaño más corto que el palo, de manera
que quedan tres lados iguales que representan, según la tradición oriental,
"Cielo, Purgatorio e Infierno", mientras que el más largo
representaba a la "Vida".
Mucho antes de la venida de Cristo
a la tierra, en Italia se consideraba la "Cruz" como símbolo de
protección contra los espíritus malignos y la situaban en sus tumbas o colgando
de sus collares. Esto mismo ocurría en Babilonia, Egipto o Asiria, con lo que
se demuestra que el símbolo de la "Cruz" precede con mucho la era
cristiana.
Pero como la vida y la muerte están
tan estrechamente relacionadas en las religiones, este mismo símbolo de vida,
la "Cruz", es usado igualmente desde tiempos remotos, como medio de
castigo, al principio exclusivo para las clases bajas, esclavos, extendiéndose
con el pasar del tiempo incluso a los ciudadanos romanos.
No se sabe con certeza sobre que
clase de cruz murió Jesucristo, pero los estudiosos hablan del tipo
"Latina". Sin embargo, ¿tiene alguna importancia el tipo de cruz que
usaron para matar a Nuestro Señor?. Lo importante es que por medio de su
Sacrificio y Resurrección, nos libró del pecado y la muerte. A quien hay que venerar
es a Cristo, no a la "Cruz", que es considerada en la Biblia como maldición:
"No estará
su cuerpo por la noche en el madero, mas sin falta lo enterrarás el mismo día,
porque maldición de Dios es el colgado: y no contaminarás tu tierra, que Jehová
tu Dios te da por heredad" (Deuteronomio 21.23).
En cuanto al uso cristiano de la
"Cruz", éste no aparece hasta el concilio de Éfeso, y la imagen del
"Crucifijo" hasta el siglo XI, fruto del olvido del segundo
mandamiento, como he referido en varias ocasiones.
El jefe de la "Iglesia
Católica", el llamado "Papa", lleva como símbolo de su primacía,
una Mitra con forma de pez con la boca abierta. La explicación oficial que se
nos da es que la Mitra
simboliza al cristiano, que es pescado por Cristo. Recordemos que en griego,
las iniciales de "Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador" forman la
palabra "Pez". Sin embargo, el origen de la Mitra es mucho anterior al
cristianismo.
En ningún lado de la Palabra de Dios nos habla
del uso de la Mitra
por los apóstoles, obispos o ancianos, ni tampoco establece una primacía entre
ellos, pues la única cabeza es Cristo: "Y Él es la cabeza del cuerpo que es la
iglesia; Él que es el principio, el primogénito de los muertos, para que en
todo tenga el primado" (Colocenses 1.18).
Entonces, ¿de donde viene la utilización de la Mitra ?
Tenemos que volver la vista de
nuevo a las religiones paganas; es en Babilonia donde el sumo sacerdote del
culto a Semíramis, llevaba una Mitra como símbolo del "dios Dagon",
el dios pez. Cuando el ejército macedonio - persa ocupó Babilonia, se produjo
la huida del sumo sacerdote y algunos adeptos a la ciudad de Pérgamo y de allí
a Italia, estableciéndose como religión Etrusca. Es allí, ya en tiempos de la
influencia romana, cuando el culto pasó al Imperio y fue Julio Cesar, tras ser
iniciado en los misterios babilónicos, el que unifica el poder religioso y
político en una misma persona, pasando a ser el propio Cesar la reencarnación
de un dios. Desde entonces los emperadores romanos llevaban la Mitra como símbolo del sumo
sacerdocio de la religión pagana, llamándose "Pontificex Maximus".
Es Constantino, en el edicto de
Milán del año 313 D.C., quien legaliza la religión cristiana y, posteriormente,
la instituye como religión oficial del Imperio. Se unifican, en este importante
personaje, los primados político y religioso - cristiano del Imperio. Es a
partir de él, que los "Papas y obispos" llevan el título de
"Sumos Pontífices" y la
Mitra , como símbolos de su primacía religiosa.
En las epístolas de Pablo, Pedro o
Judas, aparecen en numerosas ocasiones, referencias a los santos como personas
que se han entregado a Dios. Siempre son personas vivas, no tienen otro
requisito ni mérito que el haber aceptado el mensaje de Salvación, es decir,
simples cristianos. La palabra "Santo" es, pues sinónimo de apartado
del mundo para Dios. No significa esto que sea un ermitaño, sino que ha
renunciado a los deseos de la carne para servir en espíritu al Señor. Esto lo
hace cualquier cristiano, no de nombre, sino de verdad, aquel que cumple
verdaderamente el Evangelio de Cristo: "A la iglesia de Dios que está en Corinto,
santificados en Cristo Jesús, llamados santos, y a todos los que invocan el
nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar, Señor de ellos y nuestro"
(1ª de Corintios 1.2).
Entonces, ¿por qué la "Iglesia
Católica" y otras religiones nombran "Santos" a personas que han
muerto y que según los dirigentes han hecho méritos que les distinguen de los
demás fieles?, ¿por qué son objeto de culto y tienen un papel de intermediación
entre Dios y los hombres, tal y como ya vimos que se le atribuye también a
María?
De nuevo tenemos que remontarnos a
las religiones paganas; es en Babilonia donde los hombres adoraban a casi cinco
mil dioses y diosas. Estos no siempre habían sido divinos, sino que hubo una
época en que fueron personas, héroes vivientes en la tierra, y después de su
muerte se les reconoce, por sus méritos, como objeto de culto. De hecho, cada
día estaba dedicado a un dios particular que les protegía, de la misma forma
que en la actualidad existe un santoral cristianizado; por ejemplo, 22 de
noviembre es el día de "Santa Cecilia" patrona de la música, etc.
Las poblaciones, los gremios o
distintos trabajos, todo tiene su "Santo Patrón/a" que les protege y
a él se implora en caso de necesidad. Es muy extendida, también, la costumbre
de poner a los recién nacidos el nombre del "Santo/a" a quien se le
pide que proteja a esa criatura.
El catecismo de la religión
católica anima a los fieles a orar e imitar a quienes, debido a sus buenas
obras, han sido declarados santos por la jerarquía eclesiástica "...los testigos que nos han precedido en el reino,
especialmente los que la
Iglesia reconoce como "santos", participan en la
tradición viva de la oración, por el testimonio de sus vidas... Contemplan a
Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la
tierra... podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y
por el mundo entero..." (pag.
732). Es esta la postura oficial de la "Iglesia".
Por supuesto, la Biblia , no está de acuerdo
con esta práctica: "No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo o su hija por
el fuego, ni practique adivinaciones, ni agorero, ni sortilegio, ni hechicero, ni
fraguador de encantamientos, ni quien pregunte a pitonisos, ni magos, ni
quien pregunte a los muertos porque es abominación á Jehová cualquiera que
hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios las echó de delante
de ti" (Deuteronomio 18.10-12). De hecho, comunicarse con
personas con personas que han muerto no es más que una forma de espiritismo:
"Y si os
dijeren: Preguntad a las pitonisas y a los adivinos, que susurran hablando,
responded: ¿No consultará el pueblo á su Dios? ¿Apelará por los vivos a los
muertos? ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme á esto, es
porque no les ha amanecido" (Isaías 8.19-20). Como puedes
comprobar es una práctica aborrecible a Dios.
Esta práctica, que ya hemos visto
que es de origen pagano, se mezcla con la, ya anteriormente comentada, de
realizar y adorar imágenes. Existe toda una ciencia de la imaginería religiosa,
no sólo exclusiva de "Cristos y Vírgenes" sino que abarca todo el
santoral religioso. Es costumbre representar a los "Santos" con una aureola
sobre sus cabezas, como tu tuviesen un hálito de santidad. Esta práctica
también ha sido copiada y asimilada de la cultura religiosa babilónica, que
representaba sus dioses y diosas con redondeles y rayos dorados alrededor de
sus cabezas. También esa práctica pasó a las culturas egipcia - helenística -
romana y de aquí a la tradición religiosa cristiana.
(C) 2013 Paya Frank
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